Incognito (Liam Payne & tu)

Capítulo 9: De vuelta

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Paso un mes, un mes de intensas clases y sin querer saber nada de Liam, mi vida estaba igual, incluso ahora estaba empezando algo mas o menos con un chico, Nicholas, era dulce y muy atractivo, estudiaba con Abby en una de sus clases y nos habiamos conocido cuando fui a dejar a Abby a su facultad. Aún no eramos nada, pero lo seriamos. No me había olvidado de Liam, para nada, pero estar con Nicholas me haría olvidarlo, como dice el dicho, un clavo saca a otro clavo. Abby no estaba de acuerdo con lo que teniamos y tendriamos con Nicholas, ya que ella creía que solo estaba jugando con él, pero esa no eran mis intenciones, al contrario.

Lunes, ya saben lo que pasaba el dia lunes, era el día de la semana que odiaba con toda mi alma, pero por lo menos terminaría el día de buena manera ya que iba a salir con Nicholas, ¿dónde?

Ni idea, no me había querido decir, pero eso hacía que aumentaran mis ganas de que terminara el día. Después de 7 horas de intensas clases, fui a casa a arreglarme para mi gran cita con Nicholas. Me puse un vestido de color salmón y Abby me arregló los últimos detalles, y fue ella quien fue a dejarme a la gran cita, la cita era en el centro de Londres, debo admitir que el lugar era muy sensillo, pero a la vez muy lindo. Cuando llegué aun no llegaba Nicholas, esperé un par de minutos, cuando siento un par de manos tapando mis ojos.

- Hola - respondí coqueta.

- Hola hermosa - esa voz, esa voz no era Nicholas, era Liam, me di vuelta para confirmar mis pensamientos y ellos estaban en lo cierto. Él estaba parado con un sexy smoking gris, se le notaba nervioso, inquieto e inseguro, parecia un niño chiquito, mirando a su mamá después de haber hecho algo malo.

- ¿Qué haces aquí?

- Estoy de gira por europa, y viajar a Londres solo me toma un par de horas y tenía que venir a pedirte perdón por todo.

Examiné su cara para comprobar que no me mentía y por lo que parecía no lo hacía.

- Solo dame esta cena para contarte todo.

- No puedo, tengo una cita con otra persona.

- No te preocupes por eso, ya lo he arreglado

- ¿Qué le has hecho?

- Nada, nunca supo que teniais una cita.

Y ahora todas las piezas me encajaban, cuando le pregunté a donde iriamos a cenar, él me miraba extrañado y solo me decía que no sabía, ahora ya entiendo porque, y detras de todo esto esta Abby.

- ¿Podemos?

Yo asentí un poco molesta, ¿por qué todos me engañaban?

- ¿Cómo has estado?

- Ahorrate eso, solo hablaremos de lo que tengamos que hablar.

Y su cara de niño chiquito había vuelto. ¿Por qué hacia eso? Hacía que muriera por dentro.

- Si quieres puedes preguntarme algo para iniciar con el tema.

- ¿Por qué quiciste humillarme?

- ¡Eh no! Nunca quice engañarte.

- Bueno, entonces ¿por qué quieres engañarme?

- No, tampoco.

- Entonces ¿qué pretendes?

- ¡Nada! Solo... Solo - suspiró - eras la primera chica que le gustaba que no sabía que era famoso y me emocionó tanto eso, porque eso quiere decir que no te gusto por mi fama o por mi dinero.

- No, claro que no y aun que lo hubiera sabido, no me hubieras gustado por esas razones.

Él bajo la mirada y comenzo a jugar con una servilleta.

- ¿Y tu novia?

- No la tengo

Tiré una risita, no soy idiota, sale por todo internet con ella.

- De verdad, solo es publicidad, ¡no estamos juntos de verdad!

- Y se supone que debo creerte

- Si, creeme, es la verdad, tengo que fingir ante todos que estamos juntos, pero en la vida real nos llevamos pésimo.

No sabía si creerle o no, tenía tantas cosas en mi cabeza, tantos sentimientos encontrados, que no sabía cual era la verdad o no.

- ¿Por qué no me dijiste en que trabajabas cuando fuiste a verme antes de irte a la gira?

- Tenía miedo

- ¿De qué?

- De que te alejaras de mi

- ¿Por qué lo haria?

- Muchas personas lo hicieron.

Eso me hizo sentir muy mal, yo no haría eso, claramente, pero otras personas sí, y quizas personas que para Liam eran importantes.

- Sus platos - se acercó el mozo con dos platos calientes.

- Pedí por ti, espero que no te moleste.

- No, no me molesta, gracias - me quede pensando unos segundos y le pregunté- ¿Qué es lo que pretendes con todo esto?

- Qué pretendo - dijo para si mismo - pues muchas cosas, conocernos mejor, si es que el destino quiere, ser algo más que amigos, pero principalmente que me perdones, tal y como yo lo hice desde un comienzo.

Tenía razón, cuando yo lo conocí, le menti todo sobre mi, y el solo lo dejo pasar y yo, en cambio, fui egoista, solo pensé en mi. Esos pensamientos provocaron que me sonrojara, el color rojo de mis mejillas, fueron por verguenza y culpabilidad.

Liam puso su mano en mi barbilla, lo que provocó que yo lo mirara hacia los ojos, aumentando aun mas el rubor.

- ¿Eso significa que estoy perdonado?

- Si - sonreí