Capítulo 27: La feria.

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Y ya a eso de las 6 de la tarde fuimos a la feria. Como todos unos jovenes maduros nos subimos a casi todos los juegos. A veces parabamos para que algunas fans se sacaran fotos con los chicos.

- Te voy a ganar Payno - le decía Niall.

Estaban jugando en un puesto en el que tenían que apuntarle a la boca de un payaso para inflar un globo con una pistola de agua.

Finalmente ganó un niño probablemente 10 años más pequeño.

- Vamos por otro jugo.

Fue como si el niño mas pequeño les arruinara el juego, como si les quitaran hombria. Estaban enojados porque un niño mas pequeño les había ganado en un juego. Muy maduro de sus partes.

- Vamos a ese - apuntaba Niall a un puesto en el que habIan caballos. Por lo que veía, a medida en que me acercaba más, era sobre tirar una pelota a un orificio en el que decía 100. Si le dabas al blanco tu caballo iba avanzando.

Terminó la ronda en la habiamos llegado a la mitad del juego, teniendo como ganador a un señor con pinta de mexicano.

- ¿Van a participar? - les preguntaba el cuidador del juego, los dos chicos asentaron - Sientense.

Los dos obedecieron y esperaron a que estuvieran todos los participantes.

- Bien, las instrucciones son simples. Tiene que lanzar las bolas que se les serán lanzadas al sonar el timbre en el número 100 para que su caballo avance. No pueden pararse de su silla, ni transpasar esta linea para el lanzamiento ¿dudas?

Todos negaron.

- Bien, comenzamos en 3... 2... 1... - y el timbre que anunciaba el inicio del juego, sonó. De su interior salieron pelotas moradas y apenas llegaron a las manos de todos los jugadores comenzaron a tirarlas. Al principio Liam iba empatando con otro chico, probablemente de nuestra edad. Y Niall no podía tirar hacia el 100, iba perdiendo. Pero sacó una puntería de un momento a otro que le dió la victoria en este juego, ganandose un oso de color beige gigante.

- Abby, toma - se lo pasó.

- Gracias - se sonrojaba mientras lo recibía.

- Te juro que te ganare uno - me dijo en voz bajita para no arruinar el momento de Niall y Abby.

- No importa - la verdad es que siempre había querido que un novio me regalara un peluche en una feria, pero no podía ser caprichosa - Lo importante es que lo pases bien.

- No, te ganare uno. Vamos a buscar un juego para mi.

Encontramos uno, no muy lejos de donde nos encontrabamos era pegarle a una pelota la cual media la fuerza. El juego perfecto para Liam, ya que todo en el era fuerte.

- Vamos con el primer participante - decía el cuidador del juego - ¿vas a ser tu? - apuntaba a mi novio, él asintió - ¿cómo te llamas?

- Liam

- Bien Liam, saca tu fuerza y pega este saco.

Liam sacó su fuerza interna y le pegó al saco, luego, en la pantallita que había más arriba iban corriendo los números. 100, 200, 300, 400, 500, 600, 756 fue finalmente lo que marco.

- ¡756! Eso fue lo que hizo nuestro amigo Liam, ¿alguien cree que puede superarlo?

Unos 5 chicos levantaron la mano, pero ninguno logro superarlo.

- ¿Nadie mas cree que puede superar a Liam con 756?

Nadie pensaba que podría superarlo hasta que un niño pequeño grito yo, todas las personas se conmovieron al verlo, incluyendome a mi.

- Aqui tenemos a un gran hombre, ¿cuál es tu nombre?

- Thommas.

- ¿Cuántos años tienes? - el mostro 4 dedos - Solo 4 años ¿y crees que lo vas a superar? ¿Dónde estan tus padres? - el niño los mostró con su dedo indice.

- Bien, vamos a ver si lo superas, ¿esta bien?

El cuidador del juego lo tomó en brazos y con sus dos brazos golpeó el duro saco, teniendo como resultado 10.

- Solo te falto muy poco para alcanzar a nuestro amigo Liam, no estes triste ¿esta bien? - el asintió, me dió mucha pena, Liam recibió su premio y me lo dió, yo lo abracé y le di un rápido beso, pero algo en mi corazón no estaba satisfecho, tenía que hacer lo correcto.

- Hay que darselo al niño.

Liam lo miró por unos segundos y asintió.

- Thommas - lo llamó, el niño nos miró desconfiado, yo alargué mis brazos para darle el peluche - es para ti.

Él lo tomó y lo abrazó moviendo sus caderas.

- Gracias - nos decía la madre del pequeño.

- Ahora tu no tienes peluche - posaba sus manos en mi cadera.

- No me importa, me conformo con la sonrisa del niño.

- Eres tan buena.

- Y tu tan sexy cuando muestras tu fuerza - me ponía cachonda en serio, asi que pose mis brazos alrededor de su cuello.

- Ok, par de hormonas revolucionadas, vamonos antes de que se oscuresca - nos interrumpia Abby.

- Esta bien.

Llegamos a la casa y nos sentamos a ver las fotos que había sacado Abby durante estos 4 dias, mañana era nuestro último dia aqui. La estaba pasando increible, no quería irme, pero sabía que las próximas semanas iban a ser intensas.

- ¿Cuándo me sacaste esa foto? - le reclamaba Niall una foto en la que su cara era de como la de un pato sin un ojo.

- Ni siquiera te diste cuenta, estaba al frente tuyo, incluso, te saqué como 5 mas parecidas.

- Oh genial, nunca me di cuenta, podrias ser una paparazzi cualquiera.

- Tengo unas increibles de _________, yo creo que si Liam las ve, rompe con ella.

- No, no lo haría nunca - se defendia él, mientras me abrazaba.

- Creeme, con esas fotos mi dignidad pasa a cero, pero como Abby es muy buena amiga, no las mostrará.

- Tampoco las vería de nuevo - puse mi mano en mi corazón como signo de que me había dolido.

Las últimas fotos que vimos eran de hoy en la feria, con Abby nos habiamos sacado muchas fotos bonitas juntas, que de seguro más de una la ibamos a imprimir y poner en nuestro departamentito.

- Salen increible ahi - decía Liam, era una foto en la que saliamos comiendo un algodón de azucar, era increible porque los contraste de colores era fantástica.

- No tenemos ninguna los cuatro juntos - dije.

- Deberiamos ir al balcOn, ahi es probable que salga una foto muy buena.

Nos dirigimos todos ahi y nos tomamos muchas fotos, sonriendo, alocados, etc.

Al final nos quedamos con una que Niall sale acostado en nuestros brazos ya que nuestras caras eran geniales.

Incognito (Liam Payne & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora