Capítulo 11: Resentimiento

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Al día siguiente me desperté con el olor a huevos que Abby estaba preparando en la cocina, hoy tenía clases tarde, pero tenía que ir a trabajar, asi que me levanté, fui a la ducha para que las gotas de agua y el javón me limpiaran mi cuerpo y ya una vez lista, fui a la cocina.

- Buenos dias

- Hola

- ¿Cómo has dormido? - la Abby que yo conozco ya me hubiera pedido que le contara todo detalladamente.

- Abby, ya se que quieres saber todo.

- No quería presionarte.

- Lo has hecho bien.

- Cuentame, he esperado demasiado.

- Pues después de que me dejaras en el restaurante, espere unos segundos cuando alguien me tapo los ojos.

- ¿¿Quién era??

- Abby, por favor, era Liam - ella puso cara de asombro, como el de una niña cuando le cuentan una historia de princesas - y comenzamos a hablar y yo lo perdoné porque me di cuenta que estaba enojada por una estupides, luego me llevó a su departamento y...

- No me digas que tu y él - hizo una demostracion de sexo con sus manos.

- No, no hicimos nada malo, me llevo hasta el último piso de su departamento y me mostró la vista de ahi, que era impresionante y luego volvimos aqui y paso todo eso.

- Tu no estuviste cuando Nicholas llegó aqui y vió que tu no estabas.

- Cuentame, que pasó

- Pues llegó aqui, tocó la puerta, abri, le dije que estabas enferma que no podía pasar, me insistió tan asi que sacó su fuerza masculina y me corrió para ir a verte, vió que no estabas en tu cuarto y comenzó a preguntarme, le dije mil veces que habias salido al trabajo, pero no me creía, hasta que llegaste tu con Liam.

- Perdón por eso.

-¿Bromeas? Fue como una novela, tu, Liam, Nicholas, lo disfruté.

- Creeme, no opino lo mismo.

- ¡¡Te envidio!! Dos hombres peliando por ti anoche.

- No es lo mejor del mundo.

- Cuando seas una abuela, encontraras que yo tenia razón.

Yo solo rei, no podia responder a eso.

- Es mejor que me vaya a trabajar.

Abby asintió, tomé mis llaves y me fui a trabajar. Estuve toda la mañana parada sin hacer nada, ni una llamada a China's work, me extraño porque los dias martes era el día en que mas llamaba gente, pero hoy nadie, que pasaba no tenía ni la menor idea. Luego de no haber hecho nada, me fui a la universidad, recorriendo los pasillos algo andaba mal, todos estaban muy extraños, entré a mi clase de chino mandarin y en la pizarra estaba escrito: "__________, es una puta". Nicholas, no puedo creerlo. Era un pendejo ¿Quién se creia? Corrí rapidamente a la pizarra para borrarlo, mientras sentía que mi cara iba a explotar de la verguenza. Ya una vez que no quedo ni una señal de lo que había escrito nicholas, me fui a sentar. Estaba Joe, asi que me senté al lado suyo.

- ¿Lo has visto en la pizarra?

- Sí - hizo una mueca

- Y no lo has borrado.

- Lo tenias que ver tu primero, no te podía esconder esto - que explicación mas imbécil.

Suspiré tapandome mi cara, Nicholas, era un resentido, un niño chiquito, un imbécil al igual que Joe.

- Tranquila, solo va a ser hoy, ya se desquito.

- Eso espero.

Pasó mi clase de chino mandarin y llame a Abby.

- Abby - dije tras que ella me dijera "hola".

- No, no, no, antes que digas algo, Nicholas esta loco, ha escrito en todas las pizarras de las clases que he tenido, que eres una puta.

- Sí, aqui igual, dime que lo has borrado, mira que el pendejo de Joe, las ha dejado para que yo las vea.

- Por favor, es Joe.

- Abby, Nicholas es un demente.

- Lo, sé.

- Es mejor que me vaya a mi próxima clase, antes de que lleguen todos.

- Haré lo mismo.

Al llegar a mi proxima clase estaba ya el señor Micks en el aula y sí, la pizarra estaba rayada con mi nombre y la palabra puta a mi lado.

- Señorita Monroe - como detestaba que me llamara asi - la estabamos esperando - por favor que la conversacion hasta aca - a visto lo que esta escrito en la pizarra.

- Sí.

- ¿Sabe quien ha sido?

- Sí

- ¿Puede decirnos quién es?

- Nadie de esta carrera, señor Micks.

- Cuando termine esta clase necesito que se quede.

- Tengo otras clases después de esta.

- No le he preguntado nada después de mi anterior comentario, asi que le ruego que se vaya a sentar.

Tenía unas malditas ganas de putearlo, pero no podía. Me fui a sentar y esperé a que la clase terminara para hablar con el señor Monroe.

Cuando a clase terminó me quedé sentada mientras todos los de la clase se iban y me miraban con diferentes caras, unos con compación, otros como vicho raro y asi iban con una gran variedad.

- Señorita Monroe ¿puede venir? - me paré de mi asiento, tomé mi bolso y me dirigí hacia él - ¿qué pretende?

- ¿Con qué?

- Con estar escribiendo este tipo de cosas en mi clase.

- ¿Insinua que fui yo?

- Mire señorita Monroe, conozco a las jovenes como usted, quieren ser populares y que todo el mundo las conozca, para diferentes motivos, pero le advierto en mi clase no se lo voy a permitir.

- Y yo no voy a permitir que usted me trate de la forma que lo esta haciendo. Yo no escribí eso, y si lo hubiera hecho, no me autocalificaria con esa palabra.

- Bueno, si no lo quiere aceptar, no me queda otra que informarle esto al rector.

- No tengo ningun problema, soy inocente en todo esto.

Tomo sus cosas y fue casi corriendo a la oficina del rector, yo iba tras el dando pasos largos y rapidos para alcanzarlo.

Toco la puerta de la secretaria del rector y la abrio luego de que ella la autorizara.

- Buenos tardes señorita Clinkston, quiero hablar con el rector.

- El acaba de ir a una reunion muy importante y no volvera dentro de dos horas.

El señor Micks me miró con cara de pocos amigos, le agradeció a la secretaria, nos arrastramos hasta afuera de la oficina de la secretaria y nuevamente me paró.

- Quiero que sea la última vez que pase esto en mi clase.

- Sabe que podria demandarlo perfectamente por esto.

Y su cara cambio completamente, ahora ya no se sentía superior a mi, si no su cara me mostraba lo contrario, ahora tenia miedo.

- Haga lo que tenga que hacer - me dijo y se fue.

Incognito (Liam Payne & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora