Incognito (Liam Payne & tu)

Capítulo 28: Último día.

Después dejamos las fotos y nos fuimos adentro a tomar unas copitas de alcohol y a jugar algunos juegos típicos con alcohol. El primero en caer fue Liam, luego yo, y finalmente los irlandeses. No era justo, ellos tenían la resistencia de alcohol en la sangre.

- Vamos a ver Niall - preguntaba mariada - lo que hayas querido hacer en este viaje y no hayas podido - haciamos preguntas a cualquiera de los cuatro y este tenía que responder sinceramente o si no, tenía que tomarse la mitad de un vaso.

- Besar a Abby.

- Yo se que es verdad - dije.

- Niall - miraba mi amiga al rubio - ¿por que no lo has hecho?

- Miedo.

- Niall, es un gallina - dijo entre risas Liam - una gallina rubia.

Yo rei, me imaginaba a Niall vestido de gallina y no podía resistir la risa.

- No tienes que tener miedo.

- Bueno entonces tu Abby - intervenía otra vez - algo que hayas querido hacer tú en este viaje y no hayas podido.

- Besar a Niall.

Silencio total. Ellos se miraron sin saber que hacer, a pesar de que era obvio. Decidí darles una pequeña ayuda.

- Beso, beso, beso - pegaba con mis puños la mesa, Liam me ayudaba.

Se acercaron mucho hasta que se besaron, Liam tomó una botella y comenzó a tirar la bebida sobre ellos. Yo por mi parte grité para celebrar el amor de los dos rubios incluyendo golpes más rápidos en la mesa.

- Niall y Abby estan enamorados - los molestaba Liam.

Los chicos después del beso, no podían dejar de sonreir. Y a ciertos momentos sus miradas se cruzaban y sonreian más de lo que ya podían sonreir.

A las 3 de la mañana, cuando ya no nos quedaba nada mas por jugar y hablar por estar un poco borrachos y también el sueño, nos fuimoa dormir, mañana nos esperaba un largo día.

Desperté porque no tenía saliva en mi boca, me levanté a buscar un vaso con agua. Vi como de encontraba el living por anoche y decidí que de vuelta no miraría, ya que estaba desordenado y sucio. Me fui camino de vuelta tomando agua muy helada hasta llegar a la habitación y ver a Liam despierto.

- Buenos dias - dije después de tomar otro sorbo.

- Buenos dias hermosa - me acosté a su lado, dejando el vaso en la mesita de noche - has despertado con sed.

- Sí, estaba seca.

- Sí, yo igual.

- ¿Quieres un poco de mi agua? Esta muy helada.

- Esta bien.

Se lo alcancé para que que él lo tomara.

Quiero que me des tu - hacía un puchero y arrugaba su ceño.

- ¿Igual que un bebé?

- Sí - seguía con su misma expresión.

Le di, al igual que un niño, el vaso con agua.

- Ahora ¿qué quiere que le haga al bebé Liam?

- Quiero que juegues conmigo - me atraía hacia él.

- ¿Qué quieres jugar?

- Al papá y la mamá - me reí, cuando ya me encontraba en su pelvis.

- Me gusta ese juego - me acercaba a sus labios.