Incognito (Liam Payne & tu)

Capítulo 10: Problemas

El se paró y vino a abrazarme, sus brazos, sus fuertes brazos me tocaban otra vez haciendo que esa energia, ese cosquilleo al interior mio, volviera. Nada podía arruinar el momento, o sí, una llamada de Nicholas. La ignoré, no quería que el momento se arruinara. Después de tener una deliciosa cena con Liam, estaba dispuesta a irme, pero Liam tenía otra cosa preparada.

- Quiero llevarte a un lugar especial, ven - tomó mi mano y fuimos a su auto, condujimos como 10 minutos y llegamos a su departamento.

- ¿Qué haremos en tu departamento?

- Nada malo, lo prometo.

Tomamos el ascensor hasta el último piso, al abrirse las puertas, me llegó inmediatamente el típico aire helado de Londres. Pero el frio no me importó, ya que la vista era hermosa, podía ver todo londres y un poco más allá. Era la vista mas linda que había visto.

- wow - fue lo único que pudo salir de mi boca.

- Sí, es genial - yo disfrutaba del paisaje que tenía delante mio, si fuera por mi, lo miraria todo un día - Estas tiritando - y tenía razon, no me habia dado cuenta de aquello - toma mi chaqueta.

- No, no, no, moriras de frio.

- Entonces dejame abrazarte.

Y no me negué, porque si lo hubiera hecho, hubiera sido la persona mas tonta del mundo. Hubiera sido como negarme a ese cosquilleo que tanto me gusta, hubiera sido como negarme al calor, pero principalmente hubiera sido como negarme a él.

- No quiero arruinar esto -decia su voz a unos 10 centimetros de mi cabeza - pero cada vez que veas una foto mia con mi supuesta novia modelo, ignoralas, yo solo te quiero a ti.

Me llevo en su auto basta mi pequeño departamento, no quería despedirme de él, porque sabia que no lo vería hasta en un mes más.

- ¿Sera un hasta luego?

- Sera un hasta muy pronto.

Dibujé una sonrisa en mi rostro, pero no estaba conforme con su respuesta, sabií que no lo vería en un mes más y eso no era bueno.

- ¿Iras con nosotros?

¿Iria con el?

- Sí, sí iré - no podía perder mi oportunidad - ¿Abby puede ir?

- Pero claro que sí, ella me ha ayudado en todo esto, seria injusto si no la invito.

Ahora si dibujé una sonrisa de verdad.

- Es mejor que entre

- Permiteme abrirte la puerta.

Salio muy rápido del auto y me abrió la puerta, al pararme para salir, el me encorralo con un brazo apollado en el auto y el otro en mi cintura. Quería besarlo, besarlo hasta que me dolieran los labios, pero en la vida, algunos momentos eran arruinados.

- ¡_________, Liam!

- Hola Abby

- __________ - aparecia Nicholas por detras de Abby - te llame.

Busqué rapidamente mi celular para ver cuantas veces me había llamado y me lleve la agradable sorpresa que 12 veces.

- Perdón no lo escuché.

- Si ya lo veo, ¿Quién es él?

- Soy Liam.

- Le pregunté a ella.

- Puedo hablar también.

- Quiero escucharlo de ella - esto no iba a terminar bien.

- Es Liam - intervine antes de que se armara una pelea entre ellos.

- Y se supone que Liam es...

- Un amigo.

- ¿Besas a tus amigos?

- No lo he besado

- Claro - dijo rodando los ojos.

- ¿no me crees?

- Claro que no

-Creele no nos hemos besado.

- No te metas en esto.

- Me puedo meter en lo que yo quiera, también estoy incluido aqui.

Se acercó rapidamente a pegarle a Liam, pero se detuvo, apretó los puños, hasta que se le pusieron blancos, me apuntó y me dijo:

- Deberias asumir que lo nuestro ya no sigue putita.

Ni siquiera pude reaccionar a eso ya que Liam ya le había pegado un gran golpe en su nariz, se lo merecía por llamarme de esa manera.

- Te vas a repentir de haber creido que yo era un juego.

-No, Nicholas, no te equivoques yo nunca crei, ni penso eso.

- Si le haces algo, te prometo que yo mismo voy a encargarme de buscarte y golpearte hasta que tu cara se deforme.

Nicholas limpio su nariz ensangrentada, se levantó y se fue.

Liam me abrazó y Abby se acercó a mi.

- ¿Estas bien? - me decia abby sobando mi espalda.

- Sí, estoy bien.

-Tengo que irme, mi vuelo sale en una hora y media, ¿vas a estar bien?

Yo asenti.

-Abby, cuidamela, si le pasa algo nose que haré de mi vida.

- Sí, capitan.

Besó mi mejilla, se despidió de Abby y se fue en su auto.

- Vamos, entremos, hace frio aqui afuera.

Y no tocamos el tema, lo cual fué bueno porque no tenía ganas de hablar sobre lo que pasó, pero sabía que mañana Abby me diria "Te lo dije".