CAPÍTULO XX

190 6 0
                                    

Ciara's POVS

Cerré la puerta del auto y me despedí de Enrique con un gesto con la mano. Le había pedido que me lleve a la terapia de parejas puesto que las cosas con Dante se habían tornado sumamente incómodas y no era algo que estaba dispuesta a soportar durante los 45 minutos de carretera que nos hacíamos en llegar hasta aquí.

Encontré el Salón que me correspondía y tomé asiento en una de las bancas que se encontraban libres. Pronto llegaron Meghan y Marian quienes se sentaron a mi lado haciéndome compañía. Nos sumergimos en una conversación tan interesante que no nos fijamos cuando el Doctor Santos abordó el Salón y dio inicio a la terapia.

—Este día haremos la dinámica que les tenía preparada para la otra reunión, que, como sabrán, por brutales inconvenientes no fue llevada a cabo— Nos miró molesto recordando lo sucedido. —He podido darme cuenta de que el problema no radica unicamente con sus parejas, sino con las personas diferentes.

—A qué se refiere con eso?— Preguntó Meghan cruzada de brazos. —Piensa que somos algo así como homofóbicos o racistas? Porque si es así déjeme decirle que apoyo totalmente a la comunidad LGBT y ni si quiera me fijo en el color de piel de una persona...—No terminó de dar su argumento puesto que fue interrumpida por el psicólogo.

—No, no me refiero a eso, no concretamente— Explicó. —Si bien ese tipo de personas odian a la gente diferente, ellos los odian por su apariencia, preferencia sexual, y en parte por su ideología— Aclaró. —Sin embargo, ustedes parecen odiar a sus...— Pensó las palabras que estaba a punto de decir. —Odian a sus opuestos, a la gente que piensa completamente distinto a ustedes.

—No creo que sea un sentimiento de odio— Habló Dante. —No ahora mismo, es más bien una especie de confusión diría yo.

—Bien, me gusta que me hablen acerca de como se sienten— Felicitó el Doctor. —Pero también necesito que acepten y reconozcan que su manera de lidiar con lo "diferente" no es precisamente la mejor. Inician con el odio a diferentes ideologías y si no son enseñados a respetar las distintas opiniones pueden convertirse en futuros homófobicos, racistas o fanáticos.

—Pero no podemos amar todo— Se quejó Tim.

—En esta ocasión concuerdo con él— Apoyo Meghan. —Los gustos son diferentes.

—Lo sé. Pero hay una manera adecuada de lidiar con las cosas que nos desagradan, por ejemplo; los religiosos y la comunidad LGTB— Citó. —Hay religiosos que no lo aprueban pero tampoco incentivan el odio hacia ello, por qué? Son fieles a su lema; "Amar al prójimo como a ti mismo" ellos se basan en que solo Dios podrá juzgarlos, nadie más. Sin embargo y lamentablemente también existe el otro grupo, los cristianos fanáticos quienes parecen olvidar sus principio e incentivar al odio— Ejemplificó. —La pregunta entonces es; Cuál de los dos está en lo correcto?— Inquirió. —Creo que ya sabemos la respuesta.

Todos guardamos unos minutos de silencio mientras reflexionabamos acerca del valde de agua fría que acababa de echarnos. Nos sacó las verdades en cara. Estábamos muy equivocados y por el principio de un camino erróneo y violento. Por personas como nosotros es que el mundo se encuentra así.
Padres peleando por sus diferencias, lanzando gritos y maldiciones frente a sus hijos, dando un ejemplo completamente incorrecto sobre como solucionar un "problema".
Las diferencias no son malas, es nuestra manera absurda de interpretarlas como problemas lo que nos lleva a verlas de ese modo. Si fueran realmente malas Dios nos habría hecho a todos iguales.

—Están dispuestos a ver la terapia como una ayuda en lugar de una obligación?— Preguntó Santos. Todos asentimos con la cabeza. —Bien, pues entonces siendo así les mostraré la dinámica de este día, la he titulado; Diarios y pacientes— Mencionó. —Cada uno tomará un papel en el que le dirá si es un diario o un paciente. Qué hace un diario?— Se preguntó a si mismo en voz alta. —El diario se encargará de escuchar, guardar y aconsejar los probemas del paciente. Qué hará el paciente?— Volvió a preguntar. —Confiará ciegamente en el diario contándole sus problemas, preocupaciones, miedos y debilidades— Aclaró. —Queda completamente prohibido revelar, amenazar o divulgar la información dicha en este dinámica. Quien lo haga, olvídese de salir de esta terapia, porque no lo dejaré irse— Todos realizaron cara de espanto ante solo imaginar la idea. —Todos necesitamos desahogarnos y ser aconsejados en esta vida, que mejor que ayudarnos los unos a los otros— Finalizó la explicación. —Ahora, les pasaré el envase donde deberán coger uno de sus papeles y abrirlo para verificar que les tocó. Una vez que lo sepan se ubicarán en las respectivas columnas de Diario y paciente situadas detrás mío para ver con quién les tocará tratar.

La intriga y suspenso se hizo presente en la sala mientras todos esperaban tener en sus manos el papel que revelaría su función en esta dinámica. Mientras unos rogaban ser pacientes por la necesidad de ser atendidos, los más reservados implorábamos el papel con "Diario" como palabra escrita en él.

El envase empezó a circular por todo el salón de izquierda a derecha. Los rostros de sorpresa no se hicieron esperar y las columnas empezaron a formarse. Rogaba que me tocara la misma categoría que Dante pues así no tendríamos probabilidad de que nos tocara juntos y tuviésemos que desahogarnos uno con el otro, no si ya sabía de que tendríamos que hablar.

El turno de Dante llegó siendo el papel de paciente el elegido por sus manos, se formó en la fila a esperar a que todos tuviéramos un papel y pudiéramos distribuir las parejas.
Anhelaba el papel de diario al no ser una persona muy expuesta y que prefiere guardarse las cosas para sí mismo, ya que, sabía muy bien que si no revelaba mis problemas por completo tendría que quedarme mucho más tiempo aquí. Por otro lado, no quería correr el riesgo de que me tocara con Dante por lo que necesitaba el papelillo de paciente.
Cuando el envase finalmente llegó a mis manos sostuve el papel que marcaría mi jugada. Al abrirlo me llevé una sorpresa, la palabra "Diario" resaltaba en medio de la hoja.

5 Pasos de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora