Bosque de Kina, edad media.
La guerra esta por dar inicio, una batalla que enfrentaran contra fuerzas oscuras que intentan gobernar a la humanidad modificando criaturas poderosas.
12 chicos se unirán para lograr derrotar al enemigo y mantener la pa...
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❄Xiumin
Estar en la aldea no solo era convivir con nuevos compañeros, era compartir con familia, con gente que se preocupa por ti y no olvida datos importantes, nunca nadie era olvidado; todo lo contrario a lo que solía vivir en aquel palacio.
Si bien cada año recibía en mi cumpleaños obsequios lujosos de parte de mis padres (los reyes de Kina), incluso de varios nobles que más que felicitarme intentaban hacerse cercanos al rey, llenando mis manos de cosas brillantes; no obstante, nadie me miraba a los ojos ni se interesaba de verdad, ni siquiera recuerdo una felicitación directa de mi familia. Mi corazón se encogía y volvía frió.
Entonces todo cambio el día en que conocí a un niño que trabajaba como esclavo, su nombre era JongDae, y él no tuvo miedo ni interés social o monetario al acercarse a mí.
-Príncipe MinSeok, sé que hoy es su cumpleaños. – acerco a mí un muñeco de tela que decía el mismo había hecho, y por lo horrendo que era le creía.
Pero sin importar lo defectuoso que parecía ser, fue lo mejor que recibí hasta entonces y JongDae se volvió mi amigo, claro que tuvimos que esconder nuestra amistad, pues un príncipe no podía convivir con los esclavos del reino, desde entonces cada año se colaba hasta mi recamara y me obsequiaba cosas elaboradas por sus propias manos, además de una sincera felicitación y una sonrisa enorme que a veces me llegaba a asustar pero que extrañamente deseaba ver todos los días.
Con JongDae aprendía lo que era tener a alguien que en verdad le importaras, que estuviera contigo solo por tu presencia, podía olvidarme de cuidar mis palabras y toda etiqueta, con el olvide lo que era la soledad.
En uno de sus cumpleaños yo intente regalarle algo bonito, así que le di zapatos nuevos; no obstante, solo lo metí en problemas, lo llamaron ladrón y le impusieron castigos, ese día conocí la culpa, yo no quería meterlo en problemas, entonces nunca más le volví a regalar nada, aun así fuimos inseparables.
Pero entonces cumplí diez y descubrí que podía hacer algo extraño con mis manos, lograba crear nieve y ahora era mirado con extrañeza, odio y hasta temor, por lo que no tardaron en tomar la decisión de mantenerme encerrado, lejos de las demás personas, donde no pudiera dañar a nadie ni poner en duda a los reyes.
JongDae se mantuvo a mi lado y dos años después el también descubrió la habilidad para provocar rayos en la palma de su mano, tuvo que ser cuidadoso y no usar sus rayos con gente presente, pero yo creía que era algo increíble, y nuevamente fue él quien me hizo ver que no era una persona extraña o peligrosa, solo diferente, y las cosas diferentes asustan a las personas estúpidas, eso es lo que siempre decía.
