CAPÍTULO XIV - (GUERRA PARTE 2)

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Escucha, ¿puedes sentir esto? Mi corazón ha parado de latir (mi corazón se rompe).
Lágrimas de enojo se me cayeron una vez, en voz alta grita: ¡Ah! y muévete hacia el futuro (mi dolor se arrastra).

Ojos grises, el nostálgico cielo azul, dejemos que los gritos sin sentido alguno se conviertan en burbujas sin inmutarte, sé persistente...

History – Exo

Narrador omnisciente

La balanza en la batalla se estaba inclinando en contra de ellos, su energía drenaba con rapidez, sus heridas eran cada vez mayores y era difícil moverse con soltura; pero incluso así, con pura voluntad habían logrado acabar con la mayoría de esas bestias de doble cabeza, pero la voluntad no sería suficiente para terminar con todos sus enemigos, para hacerse espacio hasta los hechiceros y terminar con ellos.

La luna seguía su curso en eclipse.

SeHun trataba de recuperar el aliento para poder continuar luchando, el cansancio y la contienda continua no les daba tregua, quitándole la atención necesaria a todo su entorno;  pronto una enorme piedra se dirigía hacia él.

El cuerpo de LuHan pesaba, estaba agotado por desarmar y destruir tantas armas enemigas que ahora apenas y podía mover los brazos; y sin embargo, logro percatarse de otra catapulta que llegaba y que aún no había podido destruir, de ella una roca salió disparada, justo hacia la dirección de SeHun. Intento desviarla antes de llegar a su objetivo, pero nada pasaba. Su fuerza ya no era suficiente.

-¡SeHun! – intento gritarle para que se moviera, pero su compañero no le escuchaba, había mucho ruido y SeHun apenas y estaba concentrado en no dejarse golpear por algunos soldados.

Fue la cara de pánico de sus contrincantes que le advirtió del pronto peligro, giro, la roca estaba casi encima suyo, cayo protegiéndose inútilmente la cabeza. Su respiración estaba acelerada, pero estaba vivo, miro hacia arriba, la roca flotaba a tan solo centímetros de él. LuHan, pensó.

Miro hacia atrás, observando a su compañero con gran determinación, lleno de poder; entonces él levanto una mano, motivado por el poder de LuHan, logrando deshacer la roca con uno de sus tornados. Su fuerza se renovaba, justo a tiempo.

Del suelo comenzaron a sentirse temblores, pensaban que KyungSoo también había recuperado su fuerza y ahora provocaba estragos; pero un sonido parecido a un gruñido y las sombras desde el cielo, les hicieron ver que Do no había sido el culpable, y que esto no estaba pronto a terminar.

Aquellas bestias que surcaban los cielos, no eran parecidas a las pequeñas criaturas que atacaron a su aldea vecina. Estas, les triplicaban en tamaño.

Las pieles gruesas de los dragones eran decoradas por distintos colores, su velocidad también era mayor, podían contar cerca de unos 20 dragones.

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