Día 6: (2/2): "UN SUEÑO ALGO ESPECIAL"

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Lauren y yo tardamos unos 5 minutos en explicarlo todo. Obviamente, nos saltamos la parte de nuestro casi beso y el baile acalorado (al menos por mi parte) que tuvimos. 

Dinah seguía con resaca, aunque más floja, por lo que hablamos bajito. Cuando acabamos no les dio tiempo ni a procesar la información, porque al segundo sonaron las alarmas, avisando que nuestra primera clase del día empezaba, gimnasia.

Soltamos un par de insultos y maldiciones y corrimos a la pista, que era donde haríamos deporte.
Llegamos un par de minutos tarde, sin embargo a Austin no pareció importarle, ni siquiera notó nuestra presencia. Nos dió una charla sobre lo mucho que nos iba a hacer correr, de lo extrictas que eran las pruebas... Genial, además de ser idiota era una mierda de profesor, que bien... Durante su discurso Lauren y yo intentamos pasar desapercibidas, camuflándonos entre la multitud, y sobre todo entre Dinah y Mani, que son unos tallos.

Austin: Bien, ahora comenzaremos con la primera parte de los entrenamientos, correr. Correréis tres millas en treinta minutos, si no lo conseguís haréis cien flexiones. Debéis llegar a la cima de la montaña. Cuando lleguéis seguiremos con los demás ejercicios. El camino está marcado, ni se os ocurra saliros, a menos claro está que queráis que os coman los zombies. Es poco probable, pero si veis alguno salid corriendo hacía las pistas otra vez, hay soldados listos para abrir y cerrar puertas- no me podía creer que saliera de esto, ¡no nos había visto!- Por cierto- dejo su máscar de serio y sonrió malicioso- las señoritas Cabello y Jauregui tendrán que hacer la milla en menos tiempo, en quince minutos, si no harán las flexiones- se acercó a mí y me susurró al oido- veamos si esas piernas tienen tanta fuerza como ayer en el club, casi me quedo sin poder tener hijos- "como si quisiese este monstruo tener hijos" pensé.

L: General, es imposible que corramos tres millas, cuesta arriba y en quince minutos.

Austin: Eso no era lo que parecía ayer cuando salistéis corriendo, ¡venga, a correr!  

Miré a Lauren y le dí la mano para que se relajase, no nos conveía nada enfadarlo. Se giró y me miró con una chispa de ira en sus ojos, pero al hacer contacto con los míos se tranquilizó y suspiró. Ella y yo éramos conscientes de que le había pegado a un general, por ende el podría contarle la historia al teniente y retocarla a su antojo. Y no podíamos arriesgarnos a que nos castigaran o nos sacaran del campamento, si no el plan de escaparse se iría a la mierda. 

C: Vamos, podemos hacerlo- empecé a correr, dispuesta a hacer las millas en el plazo de tiempo. Ambas teníamos buen  físico, Lauren era muy deportista, y a mí nadie me ganaba corriendo. De hecho me pasé la infancia corriendo de los matones.

14 MINUTOS DESPUÉS:

¡Venga Camila, tu puedes! Quedan unos diez metros, y un minuto. ¡Nos sobra tiempo! Me giré a ver como estaba Lauren, más o menos habíamos ido al mismo ritmo, lo que pasa es que los últimos metros ella estaba comenzando a ir más lento. Le sonreí dándole ánimos. ¡Nos quedaba muy poco!

5 metros

Desde aquí podía ver a Austin, tenía la mandíbula apretada y nos miraba con odio, no se podía creer que lo fuéramos a conseguir.

2 metros

Ya estaba saboreando su cara de asombro, estaba incluso pensando la cara de suficiencia que le iba a poner.

0 metros

Estoy flipando, ¡lo hemos conseguido! Con las pocas fuerzas que me quedaban abracé a Lauren y nos empezamos a reír. 

C: Sinceramente... no sé... como lo hemos conseguido. Parecía que te ibas a desmayar en muchos momentos- reí, pero casi me ahogo del poco oxígeno que entraba en mis pulmones y empecé a toser, eso provocó la risa de la ojiverde. Maldita Lauren.

Campamento zombie (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora