Capítulo 6: Rumbo a mis sueños.

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Blanca.

Los cantos de los pájaros me despertaron. "Hoy no voy a envidiaros" pensaba. Tenía una buena sensación. Hoy era mi día, el día por el que ha merecido vivir estos tres años.

Papá.

No podía ser cierto. No acababa de asumir mi gilipollez. ¿En que pensaba? Comprobé que toda esa historia no eran imaginaciones pegandome con la almohada, lo que me hacía recordar mi infancia qué buenos tiempos. Nada. No pasaba nada. Todo era real.

Fui a la cama de Blanca para despertarla, pero ya estaba despierta.

-¡Esque ni he podido dormir con la emoción! -me decía.

Que inocente.

-Y, ¿mamá no viene?

-No. -contesté.

-¡Yo quiero que venga! -insistió.

-No va a venir. -dije imponente.

Estuvimos media hora discutiendo de tal manera que al final me venció y respondí que vendrá. Salimos de casa para embarcar.

Blanca.

Tenia muchas ganas de embarcar ya, era mi sueño hacer ese cuento realidad, el cuento de mi infancia, con el que me dormía cada noche con la voz dulce de mamá. Pero ya no es lo mismo. 'Ojalá cuando sea mayor inventen una poción para ver, como en las películas, para poder leer el final del cuento.' -pensaba. Mamá me agarró de la mano para conducirme hacia el puerto, creía que aun no habíamos salido.

-¿Estamos en la calle? -pregunté.

-Claro, ¿porqué lo preguntas, eso?

-No he escuchado la puerta golpear, ni las llaves sonar.

-Aprende a estar atenta. -dijo mamá imponente.

Al o mejor era eso, mi mente estaba ocupando imaginando la escena: el príncipe y yo, juntos.

Caminamos como nunca, por cada paso me sentía mas cerca de mi felicidad. Me parecieron miles de pasos, lo que me iba produciendo más intriga, lo hacía mas interesante.

-Hemos llegado al barco, sube. Quedate quieta aquí, voy a dejar las maletas. -dijo mamá.

Esa frase provocó una gran sonrisa en mi cara, nunca me he visto, pero mamá me decía que me quedaban bien las sonrisas. Intentaba estar quieta como podía, se me hacía difícil, los nervios me producían temblores.

Mamá.

'¿Dónde están los cubos? Aquí, aquí. ¿Dónde está el agua? Está aquí...' mi mente no paraba. Estaba haciendo los últimos preparativos para el viaje. Llevé todo a su sitio y me fui con Blanca. 'Ya zarpamos' le dije.

Blanca.

Notaba el aire contra mi cara, el agua salpicandome... Me sentía como nunca. Constantemente iba preguntando cuanto quedaba, me decían falta poco. Odiaba esa respuesta, sabia que no era verdad. Pero, cada vez iba faltando menos, con eso podía conformarme.

Mamá.

'Suerte que al viejo ventilador aun le quedan pilas, no obstante el agua se me estaba acabando'. Pensé.

...CONTINUARÁ.

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SE QUE HE TARDADO MUCHO EN SEGUIR LA HISTORIA, ES QUE ESTABA MUY OCUPADA Y NO ENCONTRABA UN ESPACIO LIBRE, LOSIENTO!

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