Issei Sagawa nació un 11 de Junio de 1949 en un Japón desolado y hambriento tras la guerra. Pese a nacer en el seno de una familia de empresarios acaudalados, en los primeros años de su infancia conoció muy de cerca la cultura de la "supervivencia" en su país. Era un niño pequeño y de aspecto débil y enclenque. El mismo se autocalificaría años después como: "pequeño, feo, con manos pequeñas y pies diminutos".
Con tan solo cinco años, unas terribles pesadillas atormentaban al pequeño Issei todas las noches. En sus pesadillas se veía a él mismo en el interior de una enorme cacerola con agua hirviente. Trataba de huir, pero no lo conseguía y, lentamente se cocía dentro del agua hasta que alguien lo sacaba de allí, pero no para salvarlo, si no para devorarlo sin compasión.
Estas pesadillas infantiles lo traumatizaron profundamente y fueron la mecha de sus posteriores actos caníbales.
Sagawa tenía dos grandes pasiones, el Sushi y las mujeres occidentales. Le volvían loco aquellos cuerpos esculturales que veía de vez en cuando por las calles de Tokio. Altas, rubias, esbeltas... pero lo que más idolatraba era su piel... su piel blanca, suave y tersa. No lo podía resistir y no tardó en trazar un plan para poder estar rodeado de esas mujeres con las que el soñaba.
A finales de los setenta Issei se matricula en Literatura en la Sorbona [universidad parisina] y por fin cumple su sueño de verse rodeado de esas pieles casi etéreas con las que ha soñado durante treinta años.
Como caída del cielo, en 1981 conoce a Rennée Hartevelt, una joven holandesa que cuadra perfectamente con su perfil. Alta, ojos claros, rubia, esbelta y con la piel más blanca y tersa que jamás ha visto. De tan solo imaginar el roce de su piel a Issei se le disparan sus más perversos sueños.
Rennée es una estudiante abierta y vanguardista, hace poco que ha llegado a París y no conoce a mucha gente. La joven encuentra en Sagawa a un amigo ideal, pues ambos comparten el mismo amor por el arte y la literatura. Durante unos meses, no queda teatro, parque o exposición que ambos no visiten en compañía, incluso en alguna ocasión se les ve bailar en alguna famosa sala parisina. Hasta que una noche, Issei decide ir un poco más allá e invita a Rennée a cenar en su casa.
Sushi, un poco de buen vino... música de fondo. El escenario está preparado para que Issei pueda acariciar por primera vez su piel soñada y, en mitad de la cena, con la escusa de ir a por un poco más de vino va hasta la cocina y retorna con una pistola y, sin pensarlo dos veces, apunta al largo cuello de Rennée y la mata de un certero disparo.
El cuerpo desnudo de la joven holandesa yace en el suelo ante Issei, que lo contempla totalmente extasiado. Pero éste no tiene ninguna apetencia sexual ante tan bello cuerpo, más bien, su apetencia es gastronómica. Sin prisas, analiza todas las zonas del cuerpo y al final se decide por la cadera derecha... no sabe muy bien por qué, pero le parece la zona más apetecible en ese momento.
Aquí comienza el episodio más cruel de esta historia, Sagawa se lanza enloquecido hacia su segundo plato de la noche asestándole un tremendo bocado en la cadera. Tras el esfuerzo, tan apenas ha dejado unas marcas en la piel de Rennée. Analizando la situación, vuelve a la cocina y busca su mejor cuchillo. Ahora sí, lentamente va cortando pequeños trozos de carne que va comiendo con total placer y deleite. El mismo escribiría tiempo atrás en sus memorias: "la carne se deshacía en mi boca, como el sushi. Nunca pude pensar que esto fuera tan exquisito".
Sin prisa, va cortando y comiéndose a su buena amiga hasta que ya no puede más y decide dejar el resto para más tarde. Durante varios días, el caníbal japonés se alimentaría casi exclusivamente del cuerpo de la holandesa hasta que considera que ya ha terminado con todas las zonas comestibles.
Introduce los restos que han quedado en un par de viejas maletas y busca un lugar donde deshacerse de ellas. Por la noche se dirige a un lago existente en los bosques de Bolonia, lugar verde de paseo y esparcimiento para los parisinos, y allí, lanza las dos maletas sin que nadie lo vea. Pero el lago tiene una profundidad demasiado escasa y, a los pocos días, una pareja que pasea por el lugar encuentra las maquiavélicas valijas, al ver que de una de ellas sobresalía una mano y un pie, avisan horrorizados a los gendarmes rápidamente.
Tras tan solo cinco años de cautiverio, Issei Sagawa está libre de toda culpa y queda en total libertad. El caso de este hombre recorrió todos los rincones de Japón, pues él mismo nunca escatimó en ningún detalle de lo sucedido. Para él, comerse a Rennée fue el sumun del placer que un humano puede conseguir en la vida.
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DEAD END
Korku3era y última parte de 'Urban Legends'. ¿Idólatra de lo más mórbido y estrambótico que Internet nos esconde? ¿Apasionad@ por el bajo f...