He pedido tranquilamente una pluma y un papel, por el día, por la noche, hasta que finalmente me los dio. No que importe, ¿qué voy a hacer?
¿Sacarme los ojos de nuevo?
Los vendajes se sienten como una parte de mí ahora. El dolor se ha ido. Supuse que ésta sería una de mis últimas oportunidades de escribir
legiblemente, puesto que sin mi vista que corrija errores, mis manos
progresivamente olvidarán el mecanismo involucrado. Es un capricho, escribir…
un vestigio de otra era, por que evidentemente ha asesinado al resto del mundo.Me siento contra la pared día y noche. La entidad me trae comida y agua.
Se disfraza como una amable enfermera, como un antipático doctor. Sabe que mi oído se ha agudizado considerablemente ahora que esto y en oscuridad; finge
conversaciones en el corredor, con la intensión de que lo escuche. Una de las enfermeras habla sobre tener un bebé pronto, uno de los doctores perdió a su esposa en un accidente de auto. No que importe, nada de eso es real. Nada me llega, no como ella lo hace.Ésa es la peor parte, la parte que casi no puedo soportar. Esa cosa viene a mí enmascarada como Amanda. Su recreación es perfecta. Suena exactamente como Amanda, se siente exactamente como ella. Hasta produce una simulación admirable de sus lágrimas, que me obligó a sentir sobre sus tibias mejillas. En un inicio, cuando me trajo aquí, me dijo todas las cosas que quería escuchar. Me
dijo que me amaba, que siempre lo había hecho, que no entendía el por qué de
esto, que todavía podíamos tener una vida juntos, ir al parque todos los días, si quería. La condición de que dejara de insistir sobre la farsa. Quería que creyera.
No, necesitaba que lo hiciera. Que era real, que era ella. Jamás sabrás qué tan cerca estuve de ceder a ese acto tuyo. Dudé de mí mismo por mucho tiempo;
pero eres un perfeccionista, todo era demasiado real o lo que entiendes por real,
y, ¿sabes?, la realidad tiene otras cosas que aún no alcanzas a captar, quizá porque nisiquiera nosotros mismos logramos hacerlo del todo, ni representarlo.La falsa Amanda venía todos los días, luego cada semana, hasta que porfin dejó de joderme con ella… pero no creo que la entidad se rinda. El juego de esperar es otro de sus trucos. Lo resistiré por el resto de mi vida, si es necesario. No sé qué fue lo que le ocurrió al resto del mundo, pero sí sé que esta cosa necesita que
caiga. Si es así, entonces tal vez, sólo tal vez, soy una piedra en su camino. Quizá Amanda sigue con vida en algún lado, mantenida con vida únicamente por mi
voluntad de resistir el engaño. Me sostengo a esa esperanza, meciéndome hacia adelante y hacia atrás en mi celda para pasar el tiempo. Nunca me rendiré. Nunca caeré.
Soy… ¡un héroe!
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Psicosis
Misterio / Suspensola soledad puede llevar a cualquier buen hombre a dudar de la realidad, en esta historia abordaremos en primera persona el camino hacia el abismo onírico de la Psicosis y la locura, aquí no hay sitio para los finales felices, sólo un camino de tensi...