Los nervios le consumían mientras tomaba la mano de Jungkook y entrelazaba los dedos de ambos. Sentía que iba a devolver su desayuno gracias a la enorme presión que yacía sobre sus hombros y quizá, solo quizá, terminaría corriendo apenas viese una puerta abierta que diese hacia la libertad, lejos de aquel horrendous y frío tribunal.
— Estas temblando, Mariposa. Debes calmarte al menos un poco.
La voz de Jungkook le asustó, pero rápidamente se compuso para asentir levemente con la cabeza. El chico tenía toda la razón y lo sabía. Eran las dudas que se generaban dentro de su cerebro las que no le dejaban relajarse ni un segundo antes de la declaración. ¿Qué pasaba si decía algo que no era correcto? ¿Qué sucedería si finalmente solo le daba más razones al tribunal para mandarlo con su padre? ¿Qué sería de la relación con su madre si debía irse? La mente de Jimin era un torbellino de cuestionamientos sin respuestas y por eso no podía concentrarse en lo que iba a decir.
— Basta de preocuparte, Mariposa —sentencia Jungkook con voz grave como si pudiese leerle la mente—. Quiero que estés tranquilo porque sin importar lo que digas nada malo pasará. Estoy aquí contigo, ¿recuerdas?
Jimin asiente rendido. Jeon Jungkook era el único idiota que podía ser un altanero de primera y hacerlo sentir bien en medio de una crisis nerviosa. Con cuidado se acercó al chico para dejar caer su cabeza en el hombro de este y así estar más cómodo durante la espera. Soltó un suspiro tratando de liberar toda la presión que le estaba consumiendo y Jungkook apretó el agarre de sus manos con cariño.
— Eres tonto —susurra el castaño dejando un beso en su cabello—, todo saldrá bien. Lo prometo.
Y justo cuando Jimin iba a responder a lo que Jungkook le había dicho una mujer esbelta con traje negro y semblante serio se les acerca interrumpiendo la escena. Era intimidante, aunque no tanto como el castaño quien se irguió casi en estado de alerta listo para defender a su chico cual perro guardián.
— ¿Quién es Park Jimin? —Pregunta la mujer sin rodeos al estar lo suficientemente cerca de ambo y de inmediato el peli-rosa se hunde en el asiento.
— Eh...
ー ¿Por qué pregunta? ーInterrumpe Jungkook como guardaespaldas y la mujer revolotea los ojos sin estar dispuesta a lidiar con un chiquillo así en ese momento.
ー Debe declarar ーresponde la mujer de mala ganaー. Quien sea de los dos que me siga, no tengo tiempo para gastar.
A pesar de que Jungkook estuvo tan solo a un nanosegundo de ponerse a pelear con la mujer por su tono al hablarles rápidamente Jimin se levantó del asiento regalándole una sonrisa tranquilizadora. Todo sería rápido y mientras menos se demorará en terminar la declaración podrían volver antes a casa. Antes de que se marchara Jungkook aprieta el agarre de sus dedos una última vez tratando de darle un poco de la fortaleza que le faltaba.
ー Te esperaré aquí mismo ーPromete y Jimin asiente agradecido.
ー No tardaré... Eso espero.
Se sueltan y al instante Jimin se siente más vacío mientras se dedica a seguir por los pasillos de mármol a la mujer de traje que camina rápido a pesar de los tacones negros de punta que lleva puestos. De a poco el corazón comenzaba a latir dentro de su pecho a un ritmo muy acelerado y tuvo miedo de desmayarse antes de siquiera comenzar a dar la declaración. La falta de sueño por quedarse hablando con su madre hasta las tres de la madrugada también está ayudando a hacer estragos en su tranquilidad. Se recordaba a cada momento que todo eso lo hacía por ella, para que nadie pudiese separarlos y de allí era que sacaba fuerzas para animarse a si mismo. Por más que le costase iba a asegurarse de quedarse con su madre, porque por más que su familia fuese pequeña y bastante disfuncional para Jimin era perfecta.
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Agridulce ◆ Kookmin ; 국민
FanfictionHablemos de que Jimin ama el rosa y Jungkook es un idiota tatuado. ➫ no copias ni adaptaciones. ➫ fluff ; drama. ➫ jk bruto ; jm soft. ©theparkjimin2016