Un mes después.
— ¡Muy bien, hora de levantarse, hoy es un día muy importante!
Las cortinas de la ventana son corridas sin piedad alguna y el sol mañanero entra directo a posarse en su rostro. Se mueve para todos lados sobre la cama soltando quejidos y pronto siente algo baboso en su cara. Rendido, termina abriendo los ojos para encontrarse la enorme cara de un crecido Baekdu que esta mirándole fijamente mientras menea la cola de felicidad. Sonríe, le gusta despertar de esa forma.
— No era necesario que me despertaran —dice—, había puesto la alarma.
Se sienta sobre la cama y le hace una seña al cachorro para que suba. Allí comienza con unos leves cariños en la barriga del animal antes de alzar la mirada hacia la persona que estaba justo al frente de su cama.
— Pero hoy es importante, cariño —concluye su madre sonriendo—. No todos los días le dan el alta alguien del hospital.
Asiente con la cabeza. Lo sabe. Hoy es un día importante porque por fin Jungkook saldría del hospital.
El último mes había sido tanto raro como complicado. Como le prometió al chico en la camilla de su habitación estuvo al pendiente ayudándolo con su recuperación después de la operación. Hubo mucha terapia de por medio para devolverle la movilidad de su cuerpo y en eso Jimin estuvo sin quejarse acompañándolo a todas las sesiones de rehabilitación que le fueron programadas. Además, le visitaba siempre. Todos los días si le era posible. Aquella se había convertido en su rutina para que el chico no se sintiese solo dentro de las paredes de ese enorme hospital y había funcionado hasta ese momento. El último día en que Jungkook estaría confinado a quedarse allí.
Estaba feliz por él, claro que sí. Sabía que ya se encontraba mejor y a pesar de que tenía que caminar con muletas debido a una fractura en el pie, producto del mismo accidente, podía valerse por si mismo. Estaba muy feliz sí. Pero dentro suyo había una pequeña preocupación que le aquejaba hacia días y no quería que eso arruinase el día.
— ¿Y qué esperas? —Pregunta su madre captando su atención nuevamente— ¡Ya vístete, es hora de ir por Jungkook!
Jimin sonríe. Es hora de ir por Jungkook.
• • •
Mira el pequeño jardín que se ve desde la ventana de su habitación durante unos minutos. Le gustaba esa vista sobre todo ahora que las flores estaban en su punto más bello y el sol las iluminaba de forma esplendorosa. Acercó rápidamente la libreta con el lápiz que tenía a un costado y comenzó a trazar líneas basándose en el paisaje que tanto disfrutaba. Ese sería su último dibujo sentado sobre esa camilla. Esperaba que quedase lo bastante bien como para colgarlo en la pared de su habitación en el departamento.
Escuchó la puerta abrirse y luego la conocida voz jovial de la enfermera Minna.
— Buenos días, campeón. ¿Cómo te sientes en el gran día?
Alza la mirada y sonríe.
— Mejor que ayer. Gracias por preguntar.
No podía creer que el mes ya había pasado y volvería a casa. Cuando el doctor le había informado sobre el período de rehabilitación que pasaría en el hospital se sintió bastante perdido. Era mucho tiempo viviendo en un lugar que no era su espacio propio y con gente que no conocía. Aquella era la peor combinación para él, sin embargo logro llevarlo a cuestas. Claro, con bastante ayuda de por medio.
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Agridulce ◆ Kookmin ; 국민
FanfictionHablemos de que Jimin ama el rosa y Jungkook es un idiota tatuado. ➫ no copias ni adaptaciones. ➫ fluff ; drama. ➫ jk bruto ; jm soft. ©theparkjimin2016