•Malec Au Soul mates•
Magnus Bane es un hombre de 20 años o al menos es lo que aparenta. Bane es un inmortal. Y, en su cuerpo lleva los nombres que su alma gemela ha tenido por distintas vidas.
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Los personajes no son míos.
Pertenecen a Cassandra...
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Ocurrió mientras secaba su cuerpo frente al espejo. Comenzó un ligero ardor en su clavícula del lado izquierdo y se extendió por todo lo ancho de ésta, después emergió como una herida y el nombre se fue revelando como si de tinta indeleble fuese y el apareció, por fin, después de años el nombre de su alma gemela.
— ¡Catarina! —gritó con entusiasmo — ¡Catarina, ven ahora!
Un suave golpeteo en la puerta de su habitación le anunciaba que su amiga estaba afuera . Cantarina Loss, al igual que él, era una inmortal aunque años más joven y sin tanta importancia hacia el amor.
—¡Adelante!
—¿Ahora que ocurre? —preguntó la chica entrando a la habitación y escandalizándose al instante— ¡Magnus! ¿Podrías al menos ponerte ropa interior?
El aludido no le dio importancia al comentario de su amiga y sólo ató una esponjosa toalla a sus caderas.
—¡Mira! —señaló su clavícula — ¡por fin apareció!
La chica se acerco y con cuidado, como si al tocarlo lo lastimaría, paso las yemas de sus dedos por el nombre escrito y después vio cada nombre que se encontraba en la espalda y pecho de el moreno. Algunas eran color plata, producto del amor no consumado y perdido, otras, de gris grafito. Las de este color eran de su alma reconocida, cuando la persona que portaba su alma gemela se entregaba a él y pasaba el resto de sus días con él, con la esperanza de volverse a encontrar en el mundo terrenal.
—¿Qué harás, Magnus? —preguntó Cantarina con amabilidad— ¿Buscarás al mortal o dejarás que su nombre te provoque dolor y se consuma?
Magnus con elegancia se paseo por su habitación hasta llegar al closet y elegir su atuendo del día.
—Lo buscaré —aseguró— y venderé mi alma si es posible para que sea un inmortal.
—No estarás hablando en serio.
—Obvio no, mi azulina amiga. Lo único que quiero es que el chico sea de cabello negro y ojos azules. —hablo con voz soñadora— He leído tantos libros, poemas y quiero volver a creer en el amor, Cat, quiero volver a sentir ese nudo en el estómago al saber que alguien me espera. Quiero volver a tener a mi alma bella, saber si ahora es tímido o un aventurero por eso no lo voy a dejar ir, voy a consumar nuestro amor.
—Esto me dará diabetes, pero creo que comenzaras una nueva aventura.
—Comenzaremos, amiga mía.Tú serás parte de ella.
De forma inconsciente, acarició aquella marca. No podía dejar de hacerlo y es que su nombre prometía mucho, Solo esperaba que Alexander Gideon Lightwood estuviera en Nueva York.
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