Nuestro protagonista tenía el corazón a mil, su crush 💕 estaba a punto de morir ahre no.
Pero la clase prosiguió como si nada, se notaba que eso de que Eduard saliera gritando con sangre del aula re loco era habitual.
La cosa es que Danny no podía creer que nadie estuviera así en shock como el, por lo que se levantó re valiente tipo "parate de mano loco que te mato" y caminó hacia la salida.
—¿Qué haces gil? —Preguntó la profesora antes de que cruzara la puerta.
—Que... Quetimporta —Ahre malote el Danny 😎.
—Volvé a sentarte queres... —Ordenó.
—No, no quiero... —Dijo re rebelde 😒.
—Mira pendejo si no queres amonestaciones sentaté —Amenazo cruzando los brazos así re ganadora.
—Una más, una menos no me hace nada —Comento con una sonrisa y cruzó la puerta.
—Te vas a arrepentir —Escuchó que dijo la vieja mientras se alejaba del aula.
Giró a la derecha en el primer pasillo y comenzando a trotar, salió del colegio.
Fue hací que Danny comenzó a correr como loco por la vereda hacia el bosque, pensaba en Aria todo el tiempo, estaba re preocupado, onda tenía miedo de que se le muriera la nerd y se quedara solo de nuevo.
Sus pies pisaban la vereda de asfalto con fuerza, haciendo ruido cada vez que su suela mantenía contacto con el cemento. Estaba agitadaso, nunca corría el chabón y ahora tenía que meterle pata varias cuadras hasta el bosque ese.
Como que el estado físico no le ayudaba mucho 😓.
Después de varios minutos corriendo vio a lo lejos el bosque, sabía que Eduard llegaría mucho más rápido que él porque era sobrenatural el tipo o eso es lo que creía ke ze yo no soy 100tifiko 🤐.
Bue el tema es que al entrar al bosque se re patinó porque estaba lleno de barro –re que no había llovido, pero bueno es conveniente que se caiga ahre-. Rodo colina abajo ya que el bosque estaba más abajo que la ruta, se re ensució el uniforme con barro, pasto y de todo viste hasta caca de perro 💩.
Re enojado se levantó y siguió su camino, esperaba recordar donde estaba la cueva porque tenía una memoria de mierda 😳.
Gracias al cielo –y porque es un libro, da- encontró la cueva. Desde lejos ya escuchaba los gritos de... Na mentira nadie gritaba.
Lento... arriba, abajo, lento achomami ese movimiento... Digo, Danny muy lento caminó hacia la cueva, su cuerpo estaba re acelerado, pero tenía que ir despacito, quiero desnudar tu cuer... Fue dejo de joder.
Tenía que ir despacio para que Eduard -si es que estaba ahí- no lo escuchara ☠.
El tema es que por fin entró a la cueva 😵.
Desde la entrada podía ver ese destello que producían los cristales que había en las paredes que habían visto con Aria cuando encontraron a Eduardo –si loco yo le digo como quiero si le quiero decir Eduard le digo y si quiero decirle Eduardo también- ah se sacaba.
Ya cagado Danny siguió por la cueva, fue entonces cuando vio algo que lo dejó IMPAKTADO.
Eduard tenía a Aria de cuello, onda la tenía levantada ella no tocaba el piso entendés, la estaba asfixiando a la chabona y el Danny que estaba ahí paralizado loco hace algo.
Todavía tratando de procesar la épica escena ahre, observó su entorno, detrás de Eduard y Aria había una llave inglesa de gran tamaño tirada frente al cristal más grande.
Miró a Aria, quien, ya sabiendo que él estaba ahí, señaló el objeto con su dedo índice, Danny estaba aún más confundido, el pelotudo no sabía si golpear a Eduardo con la llave o romper el cristal que estaba medio quebrado.
Y entonces, tomó una decisión: Salió del lugar como un cagon, na mentira.
Danny corrió hacia la llave inglesa y la tomo con ambas manos.
—Suéltala —Le dijo a Eduardo, que hasta recién no lo había visto, re ciego el otro.
—¿Carson? ¿Qué haces aquí? —Preguntó sin soltar el cuello de Aria, re que ya tendría que haberse muerto.
—Que... Quetim —Na no voy a hacer el mismo chiste. —¡Soltala te dije!
—Va soltar...
—Hacelo o te rompo los cristales —Amenazó.
La cara de Eduardo cambio re rápido, hace un segundo tenía una sonrisa y ahora se puso re serio, como cuando creer que vas a salir primero en algo y después ni bosta.
El chaboncito lentamente bajó a Aria al suelo, soltó su cuello y ella corrió hacia Danny, a quien abrazó con fuerza.
—Ya la solté, ahora váyanse —Dijo, posta estaba cagado.
—Ay Eduardo, deberías ser un poco menos confianzudo —Y diciendo esto, alejó a Aria y golpeó el cristal con fuerza.
—¡No! —Gritó al mismo tiempo en que el cristal se rompía en miles de pedazos y los tres salían disparados de la cueva.
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Las crónicas del cliché ©
HumorYa nada será igual. Prepárense para una historia que les va a dar demasiado cringe. Llena de clichés les traigo una historia de humor argentino que rompe las barreras de todos los géneros. ¿Estás dispuesto a reír conmigo?