Capítulo 11

26 3 0
                                    

Pasaron mil años, pero volví, bueno, pasaron mil años en nuestra realidad pero en la vida de nuestros protagonistas favoritos no pasó ni un día, de hecho, están en el mismo lugar que en el capítulo anterior ahre porque explicaba todo.

Bueno, como decía, Aria, Danny y toda la school estaban en la cafetería con los ojos pegados en sus pantallas, todos, sonrientes, excepto obvio nuestro prota porque tiene que tener empatía porque él es el bueno, otro estereotipo por ahí wey.

Sigo, la cosa es como que Aria tenía la sonrisa más grande de todo el lugar, tipo ahora era Aria la Chica Dinamita y la puta ama de la escuela, si tíos, he visto La Casa de Papel  joder y soy el puto amo también ah.

Bueno (ya sé que puse bueno pero se me acabaron los conectores para un libro cliché), el tema es que Danny ya anticipaba lo que iba a suceder: Aria siendo la nueva perra líder (si re spoiler porque no voy a profundizar en la trama de la Nerd que cambia porque esta re trillada) y juntándose con la banda del perreo, destronando a la pobre Ashley, ¿Entienden? "Pobre", PORQUE LA DESALOJARON ahre mejor me callo.

Como decía, Danny no se iba a quedar ahí para ver ese bochornoso espectáculo, por lo que se puso de pie y salió de la cafetería así re rápido porque tiene súper velocidad 😉.

Daniel siguió corriendo hasta llegar a la plaza donde él y Aria fueron después de descubrir lo turbio que era Eduardo y donde comenzó toda esta pesadilla de los poderes.

Y como era medio día y el pasto seguía húmedo se sentó en un banco de madera que también estaba húmedo pero no tanto ustedes me entienden.

Allí volvió a ver el video, no entendía lo que estaba pasando, ósea si entendía tipo estaba re claro lo que sucedía pero no entendía el porqué, no encontraba una razón, una circunstancia, UN MOTIVO para ello, el padre de Ashley era un empresario multimillonario no había manera de que, aun perdiendo su empresa, pudieran quebrar de esa manera, algo había detrás y él iba a descubrirlo.

Le dicen Danny Holmes ahre (Pido disculpas por mis chistes malos anoche tuve joda y hoy fui a la escuela y hace banda que no duermo, en fin, sigamos).

—¿Quién te envió eso? —Dijo alguien detrás de él, y se cagó tanto en las patas que su teléfono se le cayó al piso y se le re ensució de pasto húmedo ósea que asco wey.

Las manos de Danny se acercaron con rapidez al teléfono, pero antes de que pudiera tomarlo, el teléfono se elevó y se alejó de él así re tipo no quiero que seas más mi dueño.

Re asombrado se dio la vuelta, encontrándose con la rubia de Ashley, quien tenía su celular flotando sobre su mano derecha.

—¿Qué coño tía? —Dijo el Danny español.

—Decime quién mierda te pasó este video —Amenazó la Matilda.

—Dame mi teléfono —Contraatacó él.

Pero la Ashley no estaba para los jueguitos ni para negociar, por lo que dirigió el teléfono con mucha rapidez hasta una de las fuentes cercanas, dejándolo a pocos centímetros del agua.

—O me decís o te quedas sin teléfono —Volvió a amenazar con una sonrisa victoriosa, así como cuando Nairobi le dijo al Profesor que estaba al mando y comenzaba el Matriarcado.

Pero Danny seguía IMPAKTADO, ósea, no solo estaba viendo que Ashley también tenía súper poderes también, sino que, además, su IPhone X  na mentira, su teléfono de mierda corría peligro.

Trató de tranquilizarse, seguro había una explicación lo suficientemente loca para todo esto, por lo que lanzó un suspiro, y asintió con la cabeza así tipo diciendo me ganaste maldita perra.

—Fue un anónimo, y no solo me lo mandó a mí, sino a toda la escuela.

La sonrisa de Ashley desapareció al toque, tipo la humillación pública que acababa de recibir era mundial, tipo no sé múdate a otro lado AH NO, NO PUEDE PORQUE NO TIENE PLATA AHRE FORRO.

Fue entonces, que la rubia trajo de nuevo el teléfono, lo dejó caer sobre las partes íntimas de Danny (lo que lo hizo chillar) y se elevó sobre el banco para luego, descender y sentarse al lado del joven.

—Mi vida esta arruinada —Musitó bajando la cabeza, na no me digas que la mina tiene sentimientos me mue.

—¿Enserio te preocupas por eso? —Preguntó Danny incrédulo.

—¿De qué hablas? —Comentó ella desentendida.

—¡Acabas de mover mi teléfono con la mente y volar, OSEA SOS JODA! —Exclamó moviendo sus manos re desesperado. —Tipo te importa más tu puñetera reputación que tus súper poderes?

Ashley se quedó callada durante varios segundos, mirándolo como un niño a un caramelo.

—¡Vas a decir algo la puta madre! —Gritó, volviéndola a la realidad.

—¡No sé qué quieres que te diga boludo! —Ella fue la que gritó esta vez. —Sí, me importa mucho mi reputación, falto un día a la escuela y se va todo al carajo.

—Mira, porque no nos tranquilizamos, vamos a mi casa y hablamos sobre lo que en realidad importa.

Ashley solo asintió.

Y entonces, dos personas que nunca pensaron en convivir más allá de la escuela, se dirigieron a la casa de Danny, con la esperanza de encontrar una solución para todo lo que estaba sucediendo.

Y entonces, dos personas que nunca pensaron en convivir más allá de la escuela, se dirigieron a la casa de Danny, con la esperanza de encontrar una solución para todo lo que estaba sucediendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Okey, vamos a hacer un resumen de todo... —Dijo Danny golpeando con su regla de metro el pizarrón con varios dibujos y cosas escritas con fibron.

—Está bien —Asintió la rubia.

—Tenemos estos cristales que nos dieron los poderes, tu familia en quiebra y Aria siendo una perra en la escuela.

—Cierto —Comentó ella.

Y es que, a pesar de que no se llevaban bien, ambos estuvieron más de dos horas investigando en internet sobre cristales que dan súper poderes, sobre grandes quiebras de empresas y sobre los complejos de líder.

Y para su suerte, todo tenia solución:

Los poderes desaparecerían con el paso de los días si no se absorbía energía de los cristales, y como estaban destruidos, estaba claro lo que pasaría.

También descubrieron, viendo las cuentas del padre de Ashley, que el desalojo de la casa fue porque una de la empresas quebró, y la casa pertenecía a aquella empresa, no obstante, su padre tenía muchos negocios y esos les permitirían a Ashley y su familia seguir con su vida de ricos.

Con eso arreglado, Danny y Ashley se pusieron de acuerdo para esperar, esperar a que los poderes desaparecieran para sacar a Aria del poder y volver todo a la normalidad.

Era un plan perfecto.

Solo que, ni Ashley ni Danny, tuvieron en cuenta un sujeto que podría cambiarlo todo, uno que alteraría el orden de los factores y pondría en peligro el plan.

Eduardo.

Las crónicas del cliché ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora