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Miraba encantado al pequeño muchacho quien corría de un lado al otro en el río, habían despertado temprano especialmente para disfrutar cada momento que tuvieran para ellos así que después de desayunar fueron directo al río. Quedaban solo dos días para que la familia regresara y el tiempo a solas que tenía con Wonwoo terminara.

- Ven a jugar – dijo el pequeño interrumpiendo sus pensamientos.

- Me gusta verte – sonrió sin levantarse de la orilla.

- Quiero que estés aquí – señalo el lugar frente a él haciendo un puchero – no tiene sentido que hayamos venido si vas a estar allí todo el tiempo.

- De acuerdo – asintió levantándose para caminar hasta donde señalaba – ¿Feliz? – pregunto cuando ya se hallaban frente a frente.

- Mucho – asintió llevando sus manos hasta el rostro de Mingyu – ¿tú estás feliz? – ladeo una sonrisa.

- Mucho – repitió el más alto uniendo sus labios en un pequeño beso – muchísimo – rió.

- Me gusta que hagas eso – susurro Wonwoo algo tímido mientras acariciaba las mejillas del más alto.

- ¿Esto? – sonrió Mingyu volviendo a rozar sus labios, el pequeño asintió.

No le importaba cuan mojados llegaban a estar, cuanto tiempo habían pasado dentro de aquel río; lo único que realmente le importaba era ver como Wonwoo le sonreía a cada instante, como su corazón latía acelerado cuando rozaba sus labios y en especial, cuanto había llegado a enamorarse de él.

- Mis dedos parecen pasas – reía Wonwoo mientras volvían a casa ya entrada la tarde.

- Te dije que no estuvieras mucho tiempo en el río – reprendió Mingyu mientras tomaba su mano.

- Cuando lleguemos a casa quiero comer mucho – el pequeño cambio de tema al instante – me daré una ducha mientras cocinas – rió.

- No soy tu empleado – bufo Mingyu con una sonrisa.

- Claro que no – negó Wonwoo – eres mi novio.


***


Mingyu miro nuevamente a el muchacho que tenía frente a él, era consiente que le había dicho que usara lo que quisiera pero no creía que Wonwoo se lo tomaría tan literal. Eran casi las cinco de la tarde para cuando llegaron a casa, el pequeño había ido a tomar una ducha mientras Mingyu se disponía a preparar algo para saciar su hambre "¿Puedo ponerme tu ropa?" había preguntado Wonwoo, no es como si no lo hiciera desde que llego por eso a Mingyu le había parecido extraña su petición así que simplemente asintió sin darle más vueltas al asunto.

- ¿Tan mal me veo? – pregunto Wonwoo al notar que el más alto se había quedado callado.

- No...no – negó mirando al rostro del pequeño – te ves... – ¿qué podía decir? Wonwoo era hermoso pero ahora mientras usaba simplemente una de sus camisas y unos boxers no creía que hermoso fuese suficiente para describir como se veía.

- Entonces – hizo un puchero – ya está anocheciendo y no quise ponerme mucha ropa encima así que...

- Te ves perfecto – interrumpió provocando un sonrojo por parte del más bajo.

- Gracias – susurro mientras se acercaba a él – ¿La comida esta lista?

- Si – sonrió tomando al más bajo de la cintura para estrecharlo entre sus brazos – ya está lista amor.

El chico de la luna [MEANIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora