𝑰𝒏𝒇𝒊𝒆𝒍 [𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆]

𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 1

Cómo la primera vez

[...]

Miraba la hora con impaciencia, golpeaba el suelo con sus pies mientras esperaba a que terminara la hora de su trabajo, suspiro tan solo faltaba unos minutos para irse así poder encontrarse con esa persona, o en este caso mutante.

Miro los papeles que estaba sobre el escritorio, realmente no tenía ganas de revisarlo estaba muy estresados por las dos semanas que paso en la oficina. Guardo todas las cosas bajo llave en su escritorio, agarro su maletín y salió de su oficina.

-Donatello ¿Ya te iras?- pregunto su compañera Renet, asintió- Supongo que iras a tu casa con tu esposito ¿Verdad? Estará tan feliz de verte en casa- le dijo con sarcasmo a lo cual Donnie no lo pasó desapercibido, frunció el ceño-

-Buenas noches- dijo alejándose de ella-

Una vez que salió del trabajo, entro al auto para irse a ese lugar que tanto espero esa semana.

(...)

Entro al ascensor para subir al último piso una vez que llego fue hasta el departamento donde toco el timbre, a los pocos segundo la puerta se abrió revelando una tortuga de piel verde y ojos celestes tan brillantes, que al verlo sonrió y se lanzó a sus brazos que con gusto lo recibió.

-¡Donnie!-grito sonrojado mientras restregaba su rostro en su plastrón- Me alegra que llegaras- se paró de puntillas para dale un beso en los labios, Donnie abrazo su cintura correspondiendo el beso que poco a poco se volvió apasionante, sus lenguas se entrelazaban. La tortuga de piel verde claro retrocedió dando la oportunidad al de banda violeta que lo acorralara contra el marco de la puerta para acariciar sus piernas hasta llegar a sus muslos. Rápidamente su amante rodeo su cintura con sus piernas y sus brazos en su cuello, ambos entraron al departamento cerrando la puerta tras de sí.

Llegaron a la habitación donde lo recostó con delicadeza, se puso encima de el para seguir besándolo descendiendo hasta su cuello donde lamió y chupo dejando marcas notables, el Omega temblaba debajo de su cuerpo jadeando con sus mejillas sonrojadas. Donnie no se cansaba de ver cada una de sus expresiones, todas son tan atractivas y excitantes, lentamente siente como el desata su corbata para luego tirarlo en un rincón, seguido desabrocha la camisa dejándole solo con los pantalones.

-Te extrañe Donnie-

-Yo también Mikey- susurro cerca de sus labios, se hizo paso entre sus piernas-

O-O

Miraba a su bebe viendo como bostezaba y cerraba sus ojitos, sonrió y lo acurruco en su plastrón para trasmitirle calor, dejo el biberón en la mesita y subió al segundo piso para entrar a la habitación de su hijo.

-Dulce sueño mi pequeño Kai- susurro, tapándolo con su mantita celeste-

Al salir cerró la puerta despacio para no ocasionar ningún ruido, bajo hasta la sala donde limpio el lugar, ya que sus hijos acaban de volver al prescolar y dejaron todo las cosas en el suelo. Una vez que termino se dispuso a descansar en el sofá, mirando su serie favorita pero luego de un par de minutos miro el reloj de la pared, su vista bajo hacia el suelo tristemente sabiendo que su esposo quizás iba a llegar tarde como hacia frecuentemente, sabía que no podía reclamar nada después de todo Donnie se ocupaba de traer dinero a casa.

-¡Ya llegue!- la voz de su hija lo hizo sacar de sus pensamientos, el omega se levantó del sofá para recibir a su hija -

-Que bueno que llegas Mei- recibió un beso en su mejilla- ¿Cómo estuvo la escuela?-