Capítulo 28

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Al llegar a la heladería que estaba en frente de una plaza, los niños pidieron felices su sabor favorito mientras que Leo pagaba los helados, Raph solo miraba a sus hijos que empezaron a hablar entre ellos comiendo su helado, Mei por su parte miraba su celular tal parece que le llego un mensaje. Se acercaron a la plaza sentándose en una banca, el omega tomaba un poco del helado de fresa con la cucharita para darle un poco a su pequeño, este feliz recibía el dulce.

-Así que te iras mañana...- hablo Leo luego de saber que Raph se iría con los niños-

-Si, el cumpleaños de mamá se acerca y le prometí que estaría en la misma semana- respondió quizás estar alejado de Donnie en la playa le dará tiempo para pensar en las cosas. Leonardo asintió.

Cuando los niños terminaron de comer fueron hacia los juegos del parque, Mei se llevó a su hermano más pequeño a esos columpios para que se divierta un rato dejando a los dos adultos solos.

Leonardo sabía que Raph no estaba del todo bien a pesar de sacar un par de sonrisa, que estaba destrozado por dentro por la pérdida del bebe y por lo que sucedió con Donnie, todo el dolor que paso el Omega en solo unos meses. Miro la mano del Omega que reposaba en la banca mientras que Raph miraba las hojas caer del árbol, con cuidado acerco su mano hacia la del omega, este se exalto por el tacto aun así no se alejó quizás porque lo necesitaba. El alfa se animó de entrelazar sus dedos sonrojando al Omega que no sabía que decir en esos momentos hasta que Leo se animó a hablar.

-No estás solo Raph- dijo desviando la mirada un tanto apenado pero el Omega lo miro sorprendido- puedes contar conmigo para lo que seas...después de todo eres muy importante para mí-

¿Importante? Sentía como su rostro se volvió un rojo intenso, no podía creer que Leonardo le confiese tal cosa.

-Leo...- sonrió viendo como el Alfa se ruborizaba- Gracias- dio un ligero apretón en las manos entrelazadas-

También eres importante para mí. No se atrevió a decir en voz alta, quizás por la vergüenza. Para Raph, Leo era alguien especial para él, un gran amigo.

O-O-O

Al caer la noche los niños y Raph llegaron a la casa de Karai, Leonardo se quedó una hora más con ellos, más que nada jugando con los gemelos. Luego el omega acompaño al Alfa hasta la puerta, grande fue su sorpresa que antes de cerrar la puerta recibió un beso en la mejilla por parte del menor.

-Nos vemos Raph- dijo con una sonrisa para luego alejarse, el Omega aun en shock sintió como su corazón latía como loco, suspiro para luego cerrar la puerta e ir acostar a su pequeño.

Toda la tarde estuvo en la plaza con Leonardo conversando mientras que sus niños estaban en los juego, cabe admitir que se olvidó completamente de sus problemas con Leonardo que lo hizo reír con sus anécdotas de la infancia. Aunque el Alfa de vez en cuando cortaba la distancia poniéndolo nervioso por la nueva actitud que Leonardo mostraba pero no dijo nada al respecto.

Abrazo a su niño entra sus brazos para llevarlo a la habitación de los gemelos, lo deposito en la cuna rapándolo con las sabanas, le dio un pequeño beso en la frente.

-Ma...mamá- estiro sus bracitos-

-Dulce sueños mi niño- le dio una suave caricia en la mejilla para luego retirarse-

Cuando fue a la habitación de los gemelos se aseguró de que nada perturbara sus sueño, besos sus frente y cerró la puerta tras de sí. Seguido entro a la habitación donde compartía con su hija, la encontró durmiendo con la ropa del parque y sin cubrirse así que solo se cambió para luego acostarse a su lado tapándose con su niña.

𝑰𝒏𝒇𝒊𝒆𝒍 [𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora