𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 36

850 68 27
                                    

Raphael...

-Estoy muy cansada- dijo mi hermana- creo que me volví a quemar-

-volveras tostada en la ciudad hermana- respondió con una sonrisa-

-Que gracioso Raph- se cruzó de brazos- bueno hoy haré la cena... ¿Quieres ayudarme?-

-¿Estás segura? No sabes cocinar-

-¡Oye! Claro que sé, solo... Necesitaré ayuda para no quemarla-

Suspiré, bueno al menos reconocía que no podía hacerlo sola.

-De acuerdo, pero iré a mandar a los chicos a bañarse-

Salí de la cocina para subir a la habitación donde estaban mis hijos, escuché varias risas señal de que estaban todos, al abrir los encontré mirando videos en el celular de Mei.

-Chicos...- avise al entrar- deben ducharse antes de cenar-

-De acuerdo ma, enseguida vamos- respondió Mei-

Asentí para luego irme a mi habitación donde está mi bebé, estaba durmiendo plácidamente entre los almohadones lo acomode mejor para evitar alguna complicación, luego bese con ternura su cabecita seguido cerré la puerta con delicadeza. Al volver a bajar me encuentro con mi madre y Leonardo hablando tranquilamente tomando té, intenté ocultar mi risa al ver lo incómodo que se encontraba mi vecino, de seguro mi madre le está contando algo de su pasado, me acerco a ellos para avisarles que Karai cocinara, mi madre me miro entre sorprendida y asustada.

-Tranquila la ayudaré- avisé-

-Karai está aprendiendo a cocinar- en eso entro April con un bebé en brazos, no podía saber cuál de mis sobrinos era ya que lo tenía arrullado- me ha cocinado en más de una ocasión-

Sentí la mirada de Leonardo en mí por lo que lo dirigí mi vista en él, rápidamente sus mejillas se volvieron roja de la vergüenza, ya que lo había atrapado, sonreí por eso, me sentía extraño al ver esa mirada en él.

Volví a la cocina para ver a Karai soltando mas de una maldición a la calabaza que tenía apresada el cuchillo, solté una carcajada haciendo que mi hermana frunciera el ceño.

-No te quedes ahí y ayúdame-

En ese momento alguien tocó la puerta, ambos nos miramos confundido ya que no esperábamos a nadie. Estaba por abrir cuando Karai se adelantó, me quedé en la cocina para seguir cocinando. Pero a los minutos escuché gritos y reclamos, mi cuerpo tembló al reconocer una voz, dejo el cuchillo aun lado mientras que mi respiración se alteraba, no podía creer que Donnie estaba aquí y lo peor es que Leonardo sigue en casa, eso era un gran problema.

Donnie quería verme, debido a sus reclamos preguntando en dónde estoy, que quería hablar conmigo mientras que Karai gruñía y le exigía que se larga de la casa, sabía que en cualquier momento llegaría Leonardo apoyando la idea de mi hermana, por lo que respirando hondo me animé a salir de la cocina.

Me acerque a la entrada viendo cómo Donnie estaba a punto de saltar contra Karai por lo que llame su atención. Me sorprendió al ver su mirada llena de irá pero se suavizó al verme, hizo a un lado a Karai para llegar conmigo, sentí un olor fuerte provenir de él por lo que retrocedi un par de pasos. Debido al lazo que tenemos puede percibir que ese aroma muestra tristeza y enojo, ambos creaban un olor fuerte que daba miedo.

-Raph...-

-¿Q-Que haces aquí?- pregunté frunciendo el ceño- no debiste venir-

-Queria verte, no soportaba estar alejado de ti y de los niños. ¿No crees que ya tuve suficiente castigo? Regresa a casa con ellos-

𝑰𝒏𝒇𝒊𝒆𝒍 [𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora