Capitulo 6

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Ya lejos del lugar me tranquilizó un poco, de repente siento como alguien me toma por atrás y me tapa la boca. Ahora sí morí. No, me niego a morir virgen, sin haber conocido Canadá y Perú, y sin haber asistido a un concierto de Ed Sheeran.
Forcejeo con todas las fuerzas de mi débil ser, eso te pasa por no comer me reprocha mi conciencia.
Siento como me llevan a un auto y me tiran en la parte de atrás, caigo como espagueti desparramado en las sillas del auto, y sin darme un momento de reaccionar el auto ya se puso en marcha.
—Se Kung-fu —comento para que mi secuestrador que lleva una capucha se asuste.
—Sabes Kung-fu y tienes ojeras, entonces aquí tenemos la segunda versión de Kung-fu panda —dice mi secuestrador, que ya no era tan secuestrador, porque ya sabía muy bien quien era.
—¿Qué demonios crees que haces Ethan? —digo alzando mi tono de voz—casi me matas de un susto.

—Esa era la idea chica pervertida —dice Ethan quitándose la capucha, y quedando todo despeinado.—pasate hacia adelante.
—Detén inmediatamente este auto Ethan, aún no estamos muy lejos del sitio de las carreras, tengo que ir a ver Derek.
—Vamos a dejar las cosas claras, primero no me voy a detener, segundo no estamos casi lejos del sitio pero muy pronto lo vamos a estar, tercero más te vale que te pases al puesto de copiloto o sino quieres que no alcancemos a llegar a la carrera de tu amigo que empieza dentro de una hora.
—¿Perdón?Mira Chico con aires de egocentrismo, más te vale a ti qué le vayas bajando al tonito, segundo tú no eres nadie para decirme que hacer, tercero sabes que esto cuenta como un delito, ya que estoy en contra de mi voluntad en este auto —iba a continuar hablando pero de repente veo como mi cara se estampa con la parte trasera del asiento de copiloto— te mato maldito.
Ethan comienza a quitarse su cinturón, y luego se voltea hacia mí, veo como comienza acercarse, hasta el punto de que siento su respiración mezclarse con la mía, quedó petrificada ante su acción.
—Si no vas a pasarte hacia adelante, por lo menos abrochate el cinturón —comento Ethan cogiendo el cinturón y abrochandomelo con una sonrisa de satisfacción en su cara, maldito está jugando conmigo.
—Psicópata —digo, cruzandome de brazos en modo de resignación.
—Tu psicópata dirás chica pervertida
Yo tan solo me abstengo de responderle, ya que no quiero seguir hablando con el. La razón por la que me resigne es porque ya habíamos avanzado mucho más y ya no sabía porque carretera quedaba el sitio de las carreras,en conclusión no podía devolverme sola y a pie porque si lo hubiera intentado, lo más seguro es que me terminará perdiendo o siendo secuestrada por un verdadero psicópata.
—¿Estas brava? — inquiere Ethan
—Oh claro que no chico mujeriego, estoy que irradio felicidad, ves está vena que se me forma en la frente es el indicador de mi felicidad y tal parece que está al máximo.  —digo sarcásticamente.
—Que genio —dice Ethan
—O sea como pretendes que estés feliz cuando  primero me das el posible peor susto de mi vida, segundo me hablas en modo altanero y tercero no me dices la causa, motivo, razón o  circunstancia por la que estamos en este auto tu y yo. —digo, alzando mi tono de voz.
—Lo siento, pero te lo juro que cuando lleguemos te diré la razón, motivo, causa o circunstancia.
—Mas te vale que me lleguemos rápido y me lo digas todo. —digo intentando calmarme —Ademas el orden correcto es causa, motivo, razón o circunstancia no deshonres al chavo del ocho diciéndolas en desorden.
—Te prometo que te diré todo —dice Ethan mirandome por el retrovisor y sonriendo ¿Gentilmente?—¿ Qué es el Chavo del ocho—Dios dime que este hombre está bromeando.
—Aja hazte el chistoso, no voy a caer otra vez.
—No perdía nada intentándolo chica pervertida.

Relata Ethan

...
Ya han pasado 20 minutos desde que estoy conduciendo, y en este momento estoy deseando saltar por el carro.
—Ya llegamos —dice Camila
—No —respondo yo
—Ya llegamos —vuelve a decir Camila
—Dios Santo podrías parar de estar repitiendo la misma frase cada quince segundos.—comento estresado
—Es que me dió el síndrome del burro de Shrek, y además me aburro. —dice la chica pervertida encogiéndose de hombros.
Yo resopló ante su comentario.
Veo el lago, y doy gracias a Dios por salvarme de la cárcel, si de la cárcel porque dos minutos más con Camila en el auto y la empujo fuera de él.
—Llegamos chica pervertida —digo desabrochandome el cinturón de seguridad.
—Libre soy, libre soy —comienza a cantar mientras que intenta desesperadamente desajusta el cinturón. De un momento a otro ya está afuera frente al lago camino hasta donde ella y me posicionó a su lado , observo cómo se queda embobada viendo hacia el lago.

Enséñame a dejar de ser mujeriego [PAUSADA TEMPORALMENTE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora