Capítulo 42

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P.O.V Camila

 Escucho alaridos de perros, y eso solo puede significar una cosa que Nat y Derek ya se levantaron y en este momento están cantando.  Maténme por favor.

Me paro de la cama con suma pesadez, en verdad odio madrugar. Me dirijo a la ducha, y mientras me baño no puedo evitar pensar en lo que hable anoche con Der ¿Quién será el idiota que no le hace caso? O sea es que mi amigo es la perfección en vida. ¿Será que el susodicho tiene novio? ¿O tal vez sea hetero? A decir verdad aun tengo muchas dudas sobre esa persona, pero no quiero indagar mas en el tema ya que lo puedo llegar a lastimar...y eso es lo que menos quiero.

Salgo de la ducha, con mis pensamientos hechos desastre. Me visto, y alisto mis cosas.

  —¡Cami, ya nos tenemos que ir! —grita Nat desde el primer piso, alisto mis cosas rápidamente y nos embarcamos en el auto de Der. En el camino no paramos de reír al recordar viejas historias de cuando eramos mas jóvenes 

A penas llegamos, los tres nos dirigimos rápidamente a nuestras facultades. Al llegar al salón veo para mi no sorpresa a Ethan rodeado de chicas, hay que admitirlo el joven es popular. Veo que mi puesto al lado de él esta ocupado por Katy, así que me resigno a tomar un puesto algo alejado del de Hunter. Saco mis apuntes, y me tomo mi tiempo ya que el profesor aún no ha llegado.

Miro de reojo a Ethan y le sonrió en modo de saludo, el también me responde con una sonrisa. Veo como se levanta de su asiento y se va acercado a donde estoy sentada, pero me equivoco ya que el se acerca a la chica que esta al lado mío y le susurra algo en el oído, veo como la chica se sonroja y tan solo se levanta del asiento y el chico mujeriego toma posesión de el.

  —Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma —dice el quitandome un mecho de la cara.

  —Lo iba a hacer, pero ya tenías varias Mahomas a tú lado —respondo con obviedad.

  —En mi defensa ellas fueron las que se me acercaron  —dice levantando manos como si fuera inocente.

  —Ajá —digo mirándolo con los ojos entrecerrados.—Mas te vale que sea así.
—¿Celos? —dice sonriendo y veo como se le marcan los hoyuelos. Miro sus labios y pensar que ayer besé esa boca, el tan solo pensar en eso hace que me ponga nerviosa...

—Cla..Claro que no —respondo torpemente, apartando mi mirada de él. Haber Camila cálmate, lo de ayer solo fue actuación.

—¿Estás bien? —dice el chico mujeriego tomándome del rostro suavemente y haciendo que lo mire.

—No, o sea si pero no. —respondo apartando su mano de mi rostro.

—¿Qué sucede? —pregunta el seriamente.

—¿Tú alguna vez has deseado besar a alguien que está prohibido? —pregunto rápidamente.

—Para mí nadie está prohibido —seré tonta, al que le vengo a preguntar, al mayor mujeriego. Lo dice con total sinceridad, que se asemeja al cinismo.

—Perdón, se me olvidaba que para al chico mujeriego no hay imposibles —respondo con cierto toque de sarcasmo mezclado con ira.

—No, lo siento pero no tengo ni prohibiciones ni imposibles. —responde él. —Y está es la muestra de ello.—y dicho esto se levanta de su puesto, y se dirige a la chica que le susurro algo. Se para enfrente de ella, la toma de la nuca con sus dos manos y se acerca lentamente, y termina dándole un beso media luna, que dura  unos cuantos segundos. La chica no puede evitar sonreír, y correr hacia sus amigas. Ethan vuelve a tomar asiento a mi lado, y yo tan solo lo miro perpleja.

Enséñame a dejar de ser mujeriego [PAUSADA TEMPORALMENTE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora