Camila
No sé como reaccionar. Estoy en shock.
—Cami... princesa —comenta Derek levantándose y siento como unas manos se posan encima de mis ojos, son las de Ethan.
—Vístete —digo sin saber que hacer.
Pasan unos segundos y el chico mujeriego quita sus manos. Derek ya tiene los pantalones puestos.
—Camila yo te iba a decir sobre esto, mira es algo que sucedió repentinamente... —comenta y se pasa las manos por el cabello varias veces. Está nervioso.
—Derek cállate por favor. Solo dime ¿Estás bien? —pregunto en un tono serio. ¿Enojada, decepciona, triste, celosa? Ni se qué mierda siento.
—Si... eso creo —responde confundido al verme. Intenta acercarse a mi pero yo me echó de para atrás. —Cami...
—Hablamos después, por favor —musito mirándolo seriamente. Él me conoce más que nadie y sabe cuando necesito espacio. Retrocede y tan solo asiente.
—Cuídala —dice dirigiendo su mirada a Ethan.
—Siempre —responde este.
Salimos de la casa junto con Ethan, nos montamos en el auto y le pido que arranque de inmediato y el accede.
...
—¿Camila estás bien? —inquiere Ethan después de un buen rato de silencio.
—Si —respondo cortante. Se que el no tiene la culpa de nada, pero no puedo evitarlo.
Hunter se queda callado y lo agradezco porque no quiero ser fría con él.
Como el trayecto es largo y no quiero pensar mucho en lo que estoy sintiendo ahora, le doy paso a Morfeo.
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero siento como Ethan detiene el auto así que supongo que ya llegamos. A decir verdad tan solo cerré los ojos, porque no pude dormir para nada.
Decido "despertarme" y cuando abro los ojos me encuentro con un escenario muy diferente al de mi casa.
—¿Dónde estamos? —digo saliendo del auto, no sin antes ponerme la cobijita.
—Ya se te olvidó, que aquí fue dónde te pedí que me enseñarás a a dejar de ser mujeriego. —responde él, y yo tan solo quedo embobada por el paisaje que tengo enfrente. Puede que está sea la segunda vez que lo vea, pero no deja de sorprenderme tanta belleza.
Hay árboles y pastizales, y estos últimos limitan con un inmenso lago, y lo más maravilloso es que la luz de la luna esta dando de lleno en el agua.
—Ya me acuerdo —digo tomando asiento en el pasto, y mirando de lleno el lago.
—Es relajante ¿no? —pregunta, sentándose al lado mío.
—Demasiado. —respondo —Y no es por arruinar el ambiente pero ¿Por qué me trajiste aquí chico mujeriego?
—Porque quería hacer algo por ti, y esto fue lo único que se me ocurrió. Cuando yo tengo momentos difíciles vengo aquí para despejar mi mente. Así que pensé que tal vez eso también te podría ayudar —dice y no puedo evitar sonreír.
Sin pensarlo lo abrazo. Recuesto mi cabeza en su pecho, mientras el rodea mi espalda con sus dos brazos. Nunca pensé que este tonto mujeriego pudiera ser tan cálido.
—Gracias —susurro aún resguardandome en su abrazo.
—Tranquila. —responde besando la coronilla de mi cabeza.
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Enséñame a dejar de ser mujeriego [PAUSADA TEMPORALMENTE]
Novela JuvenilCamila Santana, tiene una vida común como la de las demás personas, su tiempo está dividido en su universidad, trabajo del fin de semana y pasar el rato con su mejor amiga Natalia Valencia y su novio Andrew Fernández. Camila esta complacida con la v...