[Rakan x Xayah] Formas de ver [League Of Legends]

[Capítulo 19: Formas de ver]

Xayah suspiró mientras miraba hacia su espejo. Había quedado con Rakan en una cita, y no sabía cómo se debía arreglar para poder verse perfecta para él. Los nervios se dejaban denotar por cada uno de sus poros, la ilusión brillaba en sus dos grandes orbes ámbar y temblaba levemente, algo temerosa de cómo podría salir la primera cita oficial que tendrían Rakan y ella.

Arregló su cabello con su mano derecha, respirando con nerviosismo, buscando con la mirada el celular, atenta por si Rakan la llamaba, aunque todavía faltaba una hora para la cita. Entrecerró los ojos, intentando arreglar uno de los mechones de su pelo.

Nunca antes se había preocupado con tal magnitud de arreglarse por verse bien, y jamás había salido en una cita con un chico, lo máximo fue el ir a jugar con algún 'amigo' en su infancia. No sabía cómo debía actuar frente a él, no sabía de qué tendrían que hablar, no comprendía nada sobre las citas, y además no sabía ni a dónde irían.

Cerró sus ojos con fuerza, decidiendo que solo se pondría la mejor ropa que tenía, no quería perder mucho tiempo y hacer esperar a Rakan solo por unas estúpidas preocupaciones de niña pequeña y presumida. Siente todo los nervios disiparse al ver cómo quedó vestida.

— Con suerte le gustará.— Se dijo en un intento de alentarse, mientras su corazón seguía latiendo con rapidez. ¿Cómo los nervios podías ser tan dolorosos y desesperantes? No lo podía comprender ni lo comprendería pero lo sentía y era horroroso.

Nunca fue un tipo de chica que no le importa que pensarán los chicos de ellas porque ellas mismas saben que se ven bien, pues su autoestima iba por los suelos, arrastrándose intentando levantarse como pudiera.

Despejó su mente mientras rociaba un poco de perfume de coco en su cuello, oliendo esa delicada fragancia y acabando de arreglar su cabello. Ya estaba lista, y lo último que faltaba era el que Rakan llegara a buscarla.

Cruzó los dedos una vez escuchó el ruido del timbre, sonando con insistencia. Deseaba que todo saliera bien y no la cagara con alguna de sus ocurrencias, y dejaría la cita al antojo de su destino. Ella actuaría como es, ella se abriría a Rakan, ella lo amaría y él la amaría, todo sería perfecto. 

Sonrió para dirigirse a la puerta principal, no sin antes haber tomado el bolso que contenía un monedero y su móvil. Sus piernas se movían a un ritmo nervioso, temblando de vez en cuando, y al fin, llegó a la puerta, abriéndola al instante. Allí se encontró de cara a cara con el bello rostro de Rakan.

Éste la examinó, y los nervios se apoderaron por completo de Xayah, que temía que Rakan no la encontrase atractiva. Empezó a respirar con temor, pero todos sus miedos se disiparon al notar cómo Rakan se acercaba a su rostro y la besaba con lentitud.

— Estás perfecta, Xayah.— Sonrió mientras se separaba de la nerviosa y sonrojada chica.— Me gusta mucho el perfume que usaste.

Xayah se sintió completamente estúpida por haber dudado de Rakan, él nunca dañaría sus sentimientos, él siempre estaría allí para ella.

— 

La música pop ambientaba aquel local donde Rakan y Xayah habían ido a almorzar, Xayah miraba sus piernas sin saber de qué hablar con Rakan, y a éste le pasaba lo mismo. Era algo incómodo el haber ido a un restaurante como cita romántica, sobretodo por el ambiente de amistad que había por las demás mesas.

— Lo siento si no te gusta mucho este restaurante, es que quise hacer esto un poco menos cliché.— Sonrió Rakan. Xayah le dedicó una sonrisa, no le importaba en dónde estuvieran, solo le importaba si estaba con él.

— No te preocupes, Rakan, lo hiciste con buena intención.

Rakan sonrió de vuelta, amaba que Xayah fuera así de amable, tanto con él como con otras personas, y aunque no solía demostrar su amabilidad era notorio que con sus amigas se preocupaba, las aconsejaba. Después de todo era una chica normal, tenía sentimientos, amistades, vida propia, no tenía sentido que algún grupo de chicos y chicas la hubiesen apartado sin sentido.