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No, no es esta la carta que quería enviarte, quería hablar contigo cara a cara, no de esta forma, ¿Qué está pasando? ¿Arya está bien? ¿Al final Tim se libró de las pesadillas?
No dejo de pensar en ellos, por más que intento conciliar el sueño por las noches, sus caras vienen a mi mente, sus risas, sus juegos, cuando tienen miedo, cuando no quieren comer lo que se les pone en el plato. Todo, lo echo todo de menos. Las fotos que me enviaste están húmedas por mis lágrimas. Deseo con todas mis fuerzas volver veros.
Cada vez que veo esta foto pienso en nuestra boda. Te sacaste la foto el día anterior para el álbum del antes y el después. Aquel es uno de los grandes tesoros que guardo. Me acurdo de todos los detalles sobre aquel día. Recuerdo que mi madre estaba tan emocionada que no dejó de llora en toda la ceremonia. Yo llevaba el traje de mi padre el día de su boda. Y según el cura, cuando llegaste casi se me desencaja la mandíbula, suerte que me pisó el pie al momento para hacerme reaccionar...
¿Recuerdas cómo te conocí? Aquello sí fue casualidad. Estaba jugando al fútbol y al chutar la pelota rompí la ventana de una tienda de ropa. Al entrar en ella un hombre mayor me tiró del pelo y arrastró hasta el mostrador. Nunca le caí demasiado bien a tu padre la verdad... Estaba a punto de irme cuando entraste por la puerta y yo me eché a un lado para dejarte pasar. Quién diría que al hacer eso tiraría toda una pila de ropa ordenada por colores. Me pasé el resto del día ordenándola, pero tampoco me importó demasiado, al fin y al cabo, pasé la tarde contigo
También recuerdo la vez que me subí al árbol que estaba junto a tu ventana para hablar contigo... tu padre me lanzó piedras, estuve 3 días con moratones. "Algún día conseguiré caerle bien" pensé
Espero que todo siga como antes, sigues apareciendo en todos mis sueños
