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Mark, el niño con más pasión por los animales que he visto en toda mi vida.
¿Recuerdas cuando decías que si te pegabas plumas a los brazos podrías volar como los pájaros? Aquella vez a tu madre casi le da un infarto. Llegaste a casa lleno de barro y con plumas pegadas por todo el cuerpo. Estuviste media hora en la ducha para quitarte todo del cuerpo. Ahí sí que dejaste todo perdido de plumas.
También recuerdo la vez que te tiraste al estanque de los patos porque decías que necesitabas aprender a respirar debajo del agua. Y claro, luego tuve que llevarte al médico para que te diera algo contra la pulmonía que pillaste. ¿Sigues siendo tan granuja, pequeño?
Oh esta foto...; fue la primera que saqué al comprarme la cámara. Veníamos los dos junto de la tienda y yo estaba buscando algo interesante que fotografiar, de repente, apareciste detrás de mí con esa ranita en la nariz. ¿Aún la tenéis en casa?
Te vas pareciendo a tu hermano, tanto en el pelo como en la sonrisa, la gran diferencia es vuestra forma de enfadaros, tú siempre escupías en el suelo antes de irte enfurruñado a tu habitación. Pero me alegraba tanto ir a hacerte reír...
Tenemos que volver al zoo, aquel lugar era como nuestro pequeño mundo. ¿Recuerdas la cueva de los murciélagos y la casita de los leones? Eran tus favoritas. Cuando vuelva repetiremos. Cogí dos entradas antes de marcharme para asegurar que las tendría para ti. ¿ Y sabes qué? El otro día capturé a una ranita cerca de un estanque, si vuelvo pronto, te la llevaré a casa.
Espero que estés bien y que sigas con tus animales. Sé que eso es lo que te gusta, y es algo que debes recordar siempre. Te echo de menos chico bestia, estoy deseando verte de nuevo, no te puedes imaginar cuanto
