Uno

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Lo conocí en el verano y puedo recordar con total claridad ese día.
Él era tan precioso, sus ojos azules miraban a todas las personas como si buscará algo en ellas y entonces me miró a mi, jamás me sentí tan bendecido.
Cuando sus ojos encontraron los míos sonrió, y fue una sonrisa tan hermosa, tan pura que no pude negarle nada.
Me rendí en ese instante y cedí, cedí a rienda suelta a enamorarme de él.
Y pensé que los planetas se alinearon en mi suerte, porque él no era indiferente a mi.

El corazón de la BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora