Le dije que no tenía tiempo para estar con él.
Le dije que tenía muchísimas cosas importantes que hacer.
Más importantes que él.
Más importantes que nosotros.
La bestia me sonrió y dijo que hacía lo mejor.
¿Por qué debería pasar tiempo con él si solo le iba a hacer daño?
En mi mente, el dejarle solo a darle mi mala compañía era la mejor opción.