Porque sobran las palabras

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Cada día tartamudeo más.

Pero no sé si es tartamudez.

En el fondo, no quiero hablar.

Así como me alimento

sin querer hacerlo,

sino que lo hago por compulsión

o por temor del vacío,

así hablo,

sabiendo no obstante,

que debería callar.

A. Pizarnik

La melancólica muerte de mi alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora