Una suave llovizna
rocia mi cabeza
con minúsculas gotas que,
ante mi repentino desconcierto,
se me antojan a pequeñas musas que, con sus bailes,
crean sinfonías
que sólo yo puedo escuchar.
La naturaleza es capaz de crear cosas tan bellas!
Es una gran lástima
que pasen desapercibidas
ante el estúpido ojo humano,
que escucha por interés
y respeta por obligación
...
Dejo de lado
mi laberinto de pensamientos
y sigo caminando
por la ciudad contaminada
que tomaré como hogar
por unos días.
Ahora mismo sólo quiero
cerrar los ojos
e imaginar que soy feliz,
aunque sea
por unos instantes
Maud☠
ESTÁS LEYENDO
La melancólica muerte de mi alma
SaggisticaY yo me cubro, yo me envuelvo, me mezo en mi nostalgia preferida, me abrazo a la almohada y lloro, me avergüenzo de mi edad y no comprendo por qué, tan de repente, ya no soy una niña.. A. Pizarnik ☾
