CAPITULO#4

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¿Como me siento en estos momentos?

Debastada sería muy poco.

Pero debo volver al mundo real, aunque me cueste.

Me levanté del polvoriento suelo y con la cabeza muy en alto camine a paso firme a la casa de manada mi Loba no me a hablado desde lo que pasó con nuestro ex-mate, pero ya estoy acostumbrada.

En cuanto estoy por tocar la puerta una Rosa con el ceño extremadamente fruncido me recibe.

-¿Dondé estabas?- Pregunta con los brazos a cada lado en forma de jarra

-Mm...-Pronuncio sin tratando de buscar una buena excusa.

-Y ni siquiera trates de mentirme- dice mientras me examina con la mirada.

Resopló estruendosa mente y decido que lo mejor será contarle toda la verdad. Una vez que termine de contarle todo cambia su semblante serio por uno más suave y comprensivo.

-Niña, el joven Aarón no sabe de lo que se perdió- dice Rosa mientras me abraza de una manera maternal.

(...)

Suelto un suspiro lleno de satisfaccion cuando salgo de la ducha completamente limpia y sin residuos de tierra y ramas.

Me visto con unos sencillos jeans, una camisa blanca, una gran sudadera que le quite a mi padre- Tuve que ir a mi casa por ropa- y unos cómodos tennis.

- Todavía se percibe el aroma de mi padre- pienso mientras olfateo la sudadera.

Camino con cierta prisa a la cocina por la comida que Rosa que me preparo- Que por cierto no comí NADA ayer.

Cuando llegó a la cocina noto a Rosa regañando a Aarón con una expresión llena de enojo y con un cucharón señalando a Aarón con el.

Con paso cauteloso entro mientras veo cada uno de los movimientos de Rosa. No quiero que me lance ese cucharón si la asusto.

Rezandole a la Diosa Luna por llegar completa a la mesa por el plato humeante que se entra ahí camino, sin apartar la mirada. En cuanto llegó casi puedo escuchar el coro de Ángeles.

Cuando estaba dispuesta a irme con mi sabroso plato de lazaña a mi habitación la voz de Aarón me detuvo.

-DETENTE!- Pronunció Aarón con voz ronca

-Mierda- sisee entre dientes. Tratando de controlar las corrientes eléctricas que pasan por mi cuerpo al escuchar su ronca voz voltee a encararlo.

-¿Q-que quieres?- Dijo maldiciendo internamente a mi lengua por trabarse.

A paso lento se acerca mientras olfatea el aire, cuando esta a solo un paso de mi. Tanto él como yo nos tensamos notablemente​.

-¿DE QUIEN ES?- Pregunta con la mandíbula apretada.

-¿Que?- Preguntó desconsertada.

-¿De quien es?- Vuelve a preguntar mientras respira pedamente.

-¿De quien es, que?- Preguntó confundida.

-El olor a macho que ahí en ti- responde más tenso.

-¿Eh?

Y solo eso basto para que perdiera su poca cordura, literalmente se lanzó contra mi.

Estaba acoralada entre su cuerpo y la pared, mi plato de lazaña salió volando al piso. Aún muy desconsertada le respondí lo que quería saber.

-De mi padre- susurre cerca de su boca.

Su cara era de desconsierto total, segundos después cuando entendió mis palabras su cara se endureció aún más si era posible y desapareció de la cocina.

(...)

Estaba tratando de salir de casa cuando, "casualmente" ví al Alfa Trevor regañando a su hijo.

En el momento que los dos se dieron cuenta que yo estaba viendo todo Aarón se dio vuelta saliendo hecho furia de donde estábamos.

-Melissa es hora de que te cuente "La Verdad"- dijo el Alfa con un semblante serio.

¿¡TU ERES MI MATE!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora