Dos Demonios, Sólo Un Paraíso (Parte I de la saga Tiempo Y Destino)

El juego recién comienza

 Narra ______
 No puedo creer lo que hice. Dejé que Tyler me besara y ahora lo estoy abrazando. Aunque, ¿para qué negarlo? Debo admitirlo se siente fantástico pero a la vez mal.

 - Lo siento- digo apartándome de él mientras que las lágrimas ruedan por mis mejillas.

 Salgo corriendo del lugar a toda velocidad mientras lloro. No me importa que las clases estén a punto de comenzar. Estoy demasiado molesta conmigo misma como para asistir.

 - Debí verme una estúpida- susurro.

 - Eres una estúpida- escucho decir alguien mientras apoya una mano sobre mi hombro. Esa voz es tan fácil de distinguirla. Pero no quiero hablar con él después de lo que sucedió.

 - Tyler déjame sola- digo seca- Deberías estar en clases.

 - No. Antes me debes una explicación, ¿por qué me dejaste sólo?- pregunta

 - Tyler no quiero hablar- respondo.

 No puedo creer lo que estoy haciendo. A decir verdad si quiero hablar con él. Preguntarle porqué es como es. ¿Qué diablos fue lo que lo hizo cambiar tanto?

 - Me siento un imbécil- comenta haciendo que deje mis pensamientos a un lado.

 - No te culpo. Lo eres.- afirmo.

 - ¿Por qué no me dijiste?- pregunta.

 - ¿Decirte qué?- cuestiono tratando de sonar inocente. Aunque ya sé a qué se refiere.

 - ¿Sabes qué no sabes mentir?- comenta.

 Suelto un suspiro tratando de calmarme.

 - ¿Por qué debía habértelo dicho?- aquí vamos de nuevo a otra discusión. ¿Ahora cómo me llamaría? ¿Zorra otra vez? ¿Perra?

 - Porque también me gustabas- responde.

 - Espera, ¿qué dijiste?-

 - Me gustas ______- afirma.

 - Tyler, por favor no me hagas reír- suelto una risa sarcástica.

 - ¡Maldita sea ______, siempre arruinas todo!- exclama enojado.

 ¿Acaso era verdad que le gustaba? Lo conozco a la perfección como para saber cuándo algo le molesta en serio.

 - ¿Qué demonios quieres que haga?- pregunto un tanto molesta- Después de todo sólo te gusto nada más- digo mientras me vuelvo a alejar.

 Esta vez no llego a irme muy lejos. Tyler me detiene tomándome del brazo. No tengo idea de que rayos hace para que yo termine sentada sobre su regazo.

 Toma mi rostro y lo acerca hacia el suyo.

 - Ya no te gusto, ¿verdad?- pregunta mirándome con sus malditos y atractivos ojos verdes.

 - No- miento.

 Claro que me sigue gustando este imbécil, pero no me mostraría inferior a él

 - No importa- comenta- Volveré a enamorarte cueste lo que cueste- termina. Procedente a esto toma mi rostro y deposita un beso en mi frente.

 - Pues que comience el juego Tyler- digo. Me sorprendí yo misma de mi comentario. Soné demasiado seductora.

 - Así será- afirma regalándome una mirada perversa- Pero antes...

 No termina su frase puesto a que une nuestros labios en un profundo beso. Sí, nuevamente Suéter me está besando. Pero esta vez no lo continúo, sino que lo aparto.

 Intento levantarme de su regazo pero me es imposible. Él me está sujetando con demasiada fuerza.

 - Déjame ir estúpido Suéter- protesto.

 - ¿Cómo me llamaste?- cuestiona.

 - Estúpido Suéter- digo enfrentándolo.

 - Encima de que interrumpes mi beso me dices "Estúpido Suéter"- dice remarcando las dos últimas palabras.

 - ¿Me vas a dejar ir?-

 - No- dice coqueto- El juego recién comienza.