Mi sudadera azul

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 Narra Tyler
 Ya habían pasado tres días desde que me diagnosticaron lipotimia. 

 Hoy me darían el alta y saldría de esta camilla al fin. Como mañana sería un día agitado me dispongo a descansar un rato.

 ...

 -Tyler es hora de irnos a casa- dice mi hermana moviéndome para que me levante.

 - Ya voy- digo todavía adormilado.

 - ______ te está esperando en casa- me comunica con un toque pícaro.

 - ¿Qué?- pego un gritillo intentando ocultar mi emoción- ¿Dónde está mi ropa Karol?-

 - Ahí, campeón- y me señala los pies de la cama.

 - ¡Gracias! Por cierto, Papá y mamá me visitaron hoy a la mañana. Me dijeron iban a lo de la abuela. Ahora, ¿están en casa?- pregunto.

 Agradezco de verdad a Emily, y a Karol por haberles explicado el tema de la Lipotimia. Estoy seguro que me sería imposible, desde mi lugar, explicarle a mamá esto. Pero por suerte, Karol, tiene, además de paciencia, ese don de transmitir seguridad a donde sea.

 - No, ya van para Canadá-

 Todos los años mis padres van a visitar a mi abuela materna, Emily, que es nativa de Vancouver. Es un lugar muy bonito por lo que la mayoría de veces ellos se quedan allá unas dos semanas.

 - ¿Y el mocoso de Jaiden?- pregunto de nuevo.

 Jaiden es mi hermano menor. Muchas de las veces, cuando salía con varias chicas a la vez, ellas siempre decían que es muy adorable, puesto a que él tenía sólo nueve años y yo catorce.  Verdaderamente ese sería uno de los millones de adjetivos positivos que no van con su personalidad. Claramente no es adorable. Siempre se la pasa molestándome o haciéndome pasar papelones.

 - Jaiden se fue con mamá y papá- dice entre risillas.

 - ¡Sí!- hago un pequeño salto de triunfo mientras me termino de cambiar en un dos por tres.

 Sé que el doctor me advirtió que debo evitar las emociones intensas pero, ¿cómo no emocionarse?

 - ¿Tú estarás trabajando?- le pregunto a Karol.

 - No, estaré con Benjamin dentro de una semana será nuestra boda de algodón- informa-Organizaremos algo-

 - ¿Ya han pasado dos años? ¿Y el sobrino para cuándo?- Karol me mira con una cara que parece que va a matarme.

 - ¿No soportas a tu hermano y quieres un sobrino? ¿Estás bien?- me grita, mientras me pega con la almohada.

 - ¡Bueno, pero ya tienes veintiséis años vieja!- la desafío.

 - Mejor cállate, ¿sí?-

 - Bueno- me limito a contestar mientras me sigue pegando.

 ...

 Acabo de bajar del taxi. Las calles de Nueva York están cubiertas de nieve...

 - MALDITA SEA KAROL SWISTER ¿POR QUÉ NO ME LLEVASTE MÁS ROPA?, ERES UNA PERRA. ¡APUESTO A QUE TE ESTAS MURIENDO DE RISA!- comienzo a gritarle como loco al teléfono.

 - ¡Vamos ya entra a casa niño!- dice entre risillas y corta mi llamada.

 Me apresuro por entrar a casa. Al tan sólo abrir la puerta el olor a chocolate caliente y galletas recién horneadas se apoderan de mi olfato. Tan rápido como entro cierro la puerta.

 - Amooooooor- grita ______ mientras corre para treparse sobre mí y recibirme con un beso tierno.

 No me molestaría volver a casa y recibir esto todos los días de mi vida.

 - Cierra los ojos- me ordena- Aguárdame unos segundos-

 Como caballero que soy obedezco. Pero así también como adolescente depravado que soy, no puedo evitar imaginarme su perfecta silueta sin ropa que la cubra.

 - Listo, ya puedes abrirlo- no puedo evitar reírme- ¡Mira es tu sudadera azul!-dice con emoción.

 - ¡Mi sudadera azul!- continúo riéndome.

Dos Demonios, Sólo Un Paraíso (Parte I de la saga Tiempo Y Destino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora