〔Letters to the shy girl.〕satzu au.

carta dos; navillera.

tzuyu siempre había sido tímida, y nada podía cambiar eso. había mucha gente que había intentado cambiarla, pero terminaban lastimandola, así que en sus 17 años de vida sabía muy bien que era mejor estar sola.
su madre siempre había visto eso como algo malo, ella sólo quería lo mejor para su hija, pero ésta se mantenía alejada de todos. así que decidió mudarse, era una decisión que venía perfecta, ya que justo le habían ofrecido un trabajo en otro país, Corea del Sur.

tzuyu desde el principio no decía nada sobre la mudanza, sólo se quedaba encerrada en su cuarto estudiando coreano, sabía muy bien que nada iba a cambiar la idea de la mudanza, y además tal vez sería la oportunidad para empezar de vuelta en un país en el que no tenía ninguna reputación y ser la chica que nadie notaba, prefería no conocer a nadie y que nadie la conozca a ella a ser la chica que todos conocían y ella todo lo contrario.

cuando llegó su primer día de escuela en corea ella estaba muy feliz con el uniforme de la escuela, la típica camisa blanca, un suéter color beige y la falda azul, nada llamativo. sus primeros días fueron perfectos para ella, parecía que sólo una persona se le había acercado para hablarle, nayeon, una chica unos meses mayor que ella que se comportaba como si tuviera 5 años, a tzuyu le agradaba la chica, pero trataba de no confiar mucho en la chica, no quería que todo lo anterior se repitiera.

todos sus días en la secundaria parecían monótonos, siempre lo mismo, lo único que había visto de especial era una chica... una chica rubia... la había visto por los pasillos e hicieron contacto visual, tzuyu sintió algo especial por ese contacto, los ojos de esa chica eran hermosos. la castaña pensó que nunca más iba a ver a esa chica, pero al parecer se equivocaba, iba a las mismas clases que ella, pero prefería no hablarle, le daba mucha vergüenza, y nunca había sido el tipo de persona que hablaba con alguien que le gustaba.

un día algo raro le paso a tzuyu, un martes, ella había entrado a la escuela como si nada y estaba yendo a su locker para dejar su bolso, pero al abrir el locker, un sobre de color morado se cayó. extrañada, agarró la carta del suelo y se levantó, miró para todos lados, no había ni un alma en el corredor por alguna razón. raro... nunca le habían dejado una carta en su casillero. guardo la mochila y se dirigió al salón de clases. tenía la carta guardada en su estuche, no quería leerla en el medio del corredor, tenía miedo de que alguien se le sacara.

cuando llegó a su casa empezó a leer la carta, la cual tenía algunas palabras en inglés. inglés... el idioma que tanto le costaba entender... pero gracias al Google traductor había logrado entender lo que decia.

"¿serías mía?"

tzuyu estaba extrañada por este mensaje, un tal hámster le había preguntado si sería suya... tal sólo unos dias de clases y ya tenía un admirador, pero no sabía como responder a eso. y tampoco sabía quien era hámster... esto parecía un fanfic sacado de Internet, y eso no era nada tierno, según ella.

un secreto de tzuyu era que no sentía atracción por los hombres, algo que había causado su timidez, era extraño, no se sentía como el resto de las chicas de su edad, hasta se sentía culpable, ¿por qué no podía pensar en chicos? ¿por qué tenía que pensar en niñas? eso era muy confuso para tzuyu, hasta que empezó a aceptar sus sentimientos, no era nada malo sentirse así, amar no es un delito.
lo malo de la carta es que había muchas probabilidades de que sea de un chico, pero la caligrafía y el color del papel gritaban "chica", pero nunca podía juzgar antes de saberlo.
tzuyu no quería que sea un chico, no quería romperle el corazón a alguien, ella sabía muy bien como se sentía, y era uno de los sentimientos más horribles.

decidió hablarlo con nayeon, debía preguntarle a alguien sobre esto, y su madre no era una opción. nayeon no sabia que decir, nunca habia escuchado de algo así, por lo tanto, decidió ayudar a la castaña en el caso del remitente de la carta.

❝desde el momento en el que te vi, supe que eras especial.❞