Último día

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Nos pusimos a recoger la casa, limpiar la cocina y la sala, ordenar la recamara y secar toda el agua que habíamos tirado en el baño, también guardamos todas mis cosas de bebé en un baúl debajo de la cama de Sara a excepción de el paquete de pañales medio terminado, las toallitas húmedas y el talco.

Sara y yo estábamos en la sala ordenando cuando escuchamos el sonido del auto de los gemelos entrando por el estacionamiento.

-Ninguna palabra de esto a mis hermanos de acuerdo?

-De acuerdo, pero pronto llegaran nuestros padres y no puedo estar con el pañal todo el día

-Eso lo veremos después, por lo pronto hazme caso en todo lo que te diga o ya sabes en dónde terminarán tus fotos

Solté una pequeña risa recordando que ya no había ninguna fotografía en el teléfono de Sara con la que pudiese chantajearme, así que me limité a asentir con la cabeza.

-Pon los videojuegos si quieres en lo que yo termino de arreglar mi habitación.

Los videojuegos!, durante todo el fin de semana no había podido jugar FIFA por culpa de Sara, aunque al principio estaba muy disgustado creo que ser mimado como bebé terminó siendo más divertido que la play.

Me senté en el sillón y prendí la televisión para comenzar a jugar, en ese momento los gemelos entraron.

-Te la pasaste todo el fin de semana jugando FIFA verdad?

-No, en realidad...

-No importa, estamos muertos de sueño y con resaca, no nos molesten hasta que lleguen mis padres, puedes seguir con lo tuyo y dile a mi hermana que no toque la puerta de nuestra habitación a menos que se esté incendiando la casa, no hagan demasiado ruido.

Los dos subieron las escaleras, escuché el sonido de la puerta de la habitación cerrandose con seguro. se veían bastante desvelados y olían un poco raro, pero la sonrisa en sus rostros revelaba cuánto se habían divertido en su superfiesta.

Puse el juego, escogí un partido en tiempo real (2 tiempos de 45 minutos) para jugar en linea, mi equipo era el Barcelona y mi contrincante escogió al Real Madrid. Comenzamos el juego, hace mucho que no jugaba pero aun así estaba dando batalla, nunca me he considerado super bueno en los videojuegos -mis primos siempre me derrotan- pero tampoco soy muy malo. El partido estaba reñido, estaba a punto de terminar el primer tiempo cuando cometí una falta sin querer y el árbitro le otorgó un penalti a mi adversario.

El balón entró a mi portería y justo después de declararlo gol el árbitro pitó el fin del primer tiempo.

Aproveche el medio tiempo para ir a la cocina por agua y hacerme un sandwich, pues aún no era hora de la comida pero los nervios del juego me abrieron el apetito. Tomé un vaso de la alacena y lo llene con agua, me di cuenta que era la primera vez desde que llegué a esa casa que tomaba agua en un vaso normal y no en un vasito entrenador o un bibe. Me prepare un sándwich y regrese al sillón.

El segundo tiempo comenzó y yo estaba un punto abajo del marcador, tenía que recuperarme para por lo menos empatar el partido, pasaron unos 10 minutos muy reñidos cuando me entraron ganas de hacer pis, decidí aguantar hasta el final del partido pues es un juego en línea y no se puede pausar. Continue jugando y en ninguna de las dos porterías había entrado el balón.

Sonó el teléfono de la casa pero no le presté atención, estaba tan concentrado en el partido que ni me di cuenta cuando dejo de sonar.

Era el minuto 75 y el partido estaba que arde, de repente una sensación tibia y húmeda llenaron la parte de enfrente de mis pantalones, me estaba orinando, quise detenerlo pero no pude, deje salir todo y seguir jugando, me saque un poco de onda porque me había orinado sin siquiera darme cuenta, no le di mucha importancia porque en ese momento anote un glorioso gol. Empecé a gritar de emoción pero en ese momento ahogue mis alaridos de celebración pues recordé que los gemelos estaban durmiendo y me habían pedido no molestar ni hacer ruido. Segui jugando con el cuerpo lleno de adrenalina y el pañal lleno de pipi.

Karma en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora