Conducía por las frías, solitarias y lluviosas calles.
Las tres de la mañana, otra vez tarde, otra vez la dejé plantada.
Llegó a su casa y abro la puerta con lentitud, me recibe una mesa con la cena lista, el sitio está lleno de velas y algunas aún permanecen encendidas, reviso las luces del departamento y funcionan.
Preparo una cena romántica para mi y no estuve en ella.
Me encaminó a la mesa y recogo todo, guardo lo que hay que guardar como el pastel de carne y el vino, hay solo un plato y una copa, la copa solo con residuos y por la botella me doy cuenta que bebió mucho, pero el plato aún está medio vacío, como si apenas y lo hubiera tocado.
Apagó las velas de una en una, continúo con las de la escalera y conforme más avanzo me siento más culpable.
Llego detrás de la puerta,.ya me encontré con varios pétalos de rosa.
Puedo encontrar a mi novia completamente rota y enojada detrás de esta puerta, respiro profundo y la abro, siendo lo primero que veo su cuerpo recostado en la cama, las luces de las velas me dejan ver que lleva la lencería negra que tanto me gusta.
Un aroma a rosas inunda la habitación, hay pétalos por todas partes y las velas dan una ambiente más romántico a el sitio.
Me cambio con la ropa que tengo en su casa, una pantalonera y una playera azul.
Apagó las velas de aquí, cuidando que ninguna quedé encendida.
Cada segundo me siento más culpable de haber llegado a casa e ir a dormir, es por eso que no llegue a tiempo a nuestra cita, otra vez.
Me acuesto junto a ella y cuando nota mi presencia me sonríe, la abrazo y la pego a mi pecho.
- Hola guapo.- dice con los ojos cerrados.- Me quedé dormida ¿Qué hora es?
Me fijo en el reloj de mesa detrás de ella, 4:37 a.m.
- Las 2:00
- Mentiroso.- dice sonriendo.- yo quería hacer el amor contigo, tommy.
- Te prometo que mañana.- digo y después doy un beso en su frente.
- Mejor prométeme que no vas a desaparecer antes de que despierte.
- Mi vuelo se retrasó, de verdad lo siento mucho. Ví lo que preparaste...
Me interrumpe con un beso y sus labios saben a vino.
- Ya no importa, estás aquí conmigo.
