Hace unos meses conocí a Tom mientras hacía una gira para su mas reciente película, yo estaba estudiando mercadotecnia y por eso estaba viviendo en Los Ángeles, tres semanas después iba a volver a Inglaterra a pasar al menos dos meses de vacaciones.
Habíamos quedado como dos chicos que mantenían sexo casual, cuando querían, como querían pero sin nada de sentimientos.
Claro que Tom tenía una novia, su nombre es Elle y no se exactamente cuando empezó a molestarme el saber que otra chica también podía tomarlo a su antojo, como yo. Intente reprimir mis emocionada tantas tantas veces, incluso pensé detenidamente antes de dormir si sería correcto decirle "te amo" apenas terminaríamos de tener sexo como en cada ocasión. Claro que Tom fue un gran apoyo pues el nunca lo hizo sentimental entonces era más fácil para mí saber que solo era una muñeca sexual que podía usar a su antojo.
Una noche, cuando terminamos con nuestro encuentro tomé una ducha, puse mi ropa en su lugar y estaba a punto de irme pero su voz retumbó en la habitación "¿Porque no te quedas?" Esa noche las cosas fueron diferentes, me acostó junto a él, abrazo mi cuerpo con fuerza y nos cobijo con las caras sábanas del hotel.
Y entonces las cosas se me complicaron, estaba perdidamente enamorada, bajo un hechizo, podría ver sus ojos horas y perderme en su radiante sonrisa, no había momento del día que me hiciera más feliz que la hora de ir a el y entregarme no solo en cuerpo si no también en alma, y aunque el tenía sexo conmigo yo siempre, siempre le hacía el amor. Me enamoro con esa dulzura que emana por los poros de su cuerpo y descubrí que nunca me había sentido así antes, nada era tan satisfactorio como escucharlo pedirme que me quedara y después dormir entre sus brazos ¿Así se supone que debe ser la vida? ¿Así es como uno debe buscar sentirse siempre? Porque se siente muy bien.
- Hoy vamos a usar un método diferente.- susurro en mi oído aquella noche.
- ¿A sí, cuál?
- Hoy vamos a hacer el amor.- dijo besando el dorso de mano y después beso mi alma. Aún recuerdo mis palabras cuando terminamos esa noche.
- Tom ¿Puedo decirte algo?
- Dime.- el se mantenia abrazando y acariciando mi espalda.
- Ya van varias noches atrás en las que yo te hago el amor.
Y entonces mantuvimos una relación bastante tediosa, el huía de su novia para verse conmigo y podía sentirme segura porque hasta el día de hoy sabía que no importaba nada, solo que el el me quería a mi.
El golpe desesperado detrás de la puerta principal nos interrumpió antes de poder iniciar con una segunda ronda.
- No vallas.- le pedí y lo abraze con fuerza pero el golpeteo apareció nuevamente.
- Hazme un favor quieres, ponte esto y no salgas.- dijo dándome su camisa y poniéndose su pantalón, hize caso a sus indicaciones, el menor de mis problemas era saber quién estaría detrás de la puerta, solo podía pensar en que faltaban segundos para que me hiciera sentir viva nuevamente.
Los sollozos interrumpieron mis pensamientos, me inque en la cama esperando escuchar más sobre aquello, la voz frágil de una chica retumbaba con dulzura en cada rincón del gran piso de hotel.
Dude si fuera buena idea espiar, pero todos nos hubiéramos fijado incluso un poco. Abrí la puerta y al ver que el cuerpo de Tom era suficiente para que ella no pudiera verme me puse de pie a una distancia considerable mientras observaba todo, era una chica muy delgada, rubia de ojos claros, deduje que ella era Elle y me sorprendió que Tom me elijera a mi que era todo lo opuesto a ella.
- Voy a pedirte que te vallas.- dijo el sin expresión e intento cerrar la puerta pero ella lo detuvo.
- Soy tu novia thomas.- dijo con el corazón en la mano.
- Ya no más.
- Debí de creer en todos, todos me lo dijeron y yo...- se inclinó hacia un lado y ahora sus ojos estaban en los míos.- ¿Es ella?.- intento cruzar más allá del umbral pero Tom la tomo con fuerza y la devolvió a su antiguo sitio.- ¿Estás contenta? ¿Sabes que acabas de romper una relación de años?
- No le hables, solo vete.- dijo Tom quien ahora estaba de costado a manera que los tres podíamos vernos sin ningún obstáculo.
- Debe ser fácil para ti tomar q cualquier mojigata con cara de muñeca.- se refería a el pero sus ojos estaban en los míos, aunque estaba trendamemte confundida y quería llorar como una niñita, sonreía con sinismo para aparentar y que fuera ella quien saliera más lastimada.- ¿Desde cuándo llevas haciendome esto?
- Desde LA.- le respondí yo y su gesto indicaba que no se lo esperaba, tal vez esperaba que está fuera la primera vez que lo hiciéramos pero llevábamos un gran historial de acostones.
- ¿Sabes que tarde o temprano te hará a ti lo mismo cierto?.- sus ojos eran agua.
- Tom, haz que se valla, quiero continuar.-dije mordiendo mi labio inferior.
- Vamos Elle, no lo hagas más difícil.
La chica se dió media vuelta y salió del lugar, Tom cerró la puerta y ahora sí deje caer las lágrimas.
- ¿Está todo bien?.- dijo acercándose a mi.
- Alejate porfavor.- dije entrando al baño. Me di un baño y cuando salí sentí la mirada de Tom clavada en mi, su cabello aún seguía alborotado por nuestro último encuentro y en su espalda desnuda se veían los rasguños y cicatrices de veces anteriores.
Fui a la habitación y me puse mi ropa, guarde mis pocas cosas en mi mochila y me la colgué en los hombros, estaba por girar la perilla de la puerta principal cuando su mano me detuvo, me atrajo a el y me abrazó contra mi voluntad aunque era lo que más quería, que me abrazara.
- Porfavor no te vallas.- dijo en el hueco entre mi cuello y hombro.- jamás te haría algo así.
- ¿Como se supone que pueda dormir está noche sabiendo que esa chica está mal?
- Duerme conmigo.- dijo tomando mi rostro entre sus manos.- te suplico que duermas conmigo.- sus ojos se cristalizaron.
Y es que Thomas es todo lo que una puede pedir, es como si estuviera hecho a la medida.
Y no le pude decir que no.
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- ¡ABURRIDO!
- ¡CALLENSE ALV!
