*Pov Emma
Estaba hecha un manojo de nervios, mientras permanecía de pie al lado de la íntima mesa, con las tranquilizadoras olas del mar rompiendo a mi espalda. Rece para que su sonrisa resultara auténtica. A aquellas alturas del plan no podía permitirse aparecer insegura.
—Espero que tengas hambre —dije con la esperanza de romper la tensión.
Edward, que todavía estaba clavado en el suelo unos cuantos metros más allá, miró a la mesa y luego a ella.
— ¿Esto es... Para nosotros?
Le señale con un gesto la silla vacía.
— ¿Para quién si no? Estamos investigando, ¿recuerdas?
Edward caminó con pasos cuidadosos por la gruesa arena, para dirigirse hacia la silla
— ¿Investigando?
—Lunas de miel. Vas a casarte, ¿no es así? Y yo voy a organizar la romántica escapada. Ya lo sé —dijo cortándole antes de que pudiera decir ni una palabra—. No vas a casarte por amor, pero de todas formas necesitaréis tiempo para vosotros
Espere a que Edward tomara asiento, antes de abrir el champán y servir dos copas. Tras dejar la botella en el cubo de hielo, levantó las tapas de plata de las bandejas y me senté frente a él.
—Espero que te guste lo que he pedido —sonreí, aunque Edward no había apartado los ojos de mí, y me sentía confundida y encantada al mismo tiempo—. Lo he encargado todo antes de que aterrizáramos.
—Estoy impresionado.
Sentí una punzada de alegría.
—Sé que te gusta mucho el pescado, así que eso era una elección segura, y también las verduras al vapor. No quiero que te preocupes —le dije mientras agarrabamos los tenedor—. Tengo pensado hacer el trabajo de la empresa durante el día, y organizar la boda y la luna de miel por la noche.
—No estoy preocupado. Sé que eres un genio multifuncional.
El pescado se me derritió en la boca, y trate de no gemir de placer.
—Esto es increíble.
—Sí lo es.
Al escuchar aquel tono grave y seductor, alce la vista y se encontró con los ojos de Edward clavados en los suyos... No tenía ni un pedacito de comida en la boca.
¿Estaría sirviendo el ambiente romántico para que la viera bajo una luz diferente? trage saliva.
—Tengo tu plan para los próximos días, pero me lo he dejado en la habitación. Esta noche no quería hablar de trabajo.
Ahí estaba. Ya había plantado la semilla. Quería que Edward supiera que era una mujer, no sólo una profesional.
Estaba contenta con el resultado. Había tardado mucho en conseguir el look de playa perfecto. Por supuesto, no era ninguna supermodelo alta y delgada como las muchas mujeres con las que Edward había estado en los últimos meses, ni tampoco se parecía a Rachel, que era una belleza natural. Pero era consciente de que resultaba ser atractiva.
—¿De qué quieres hablar? — preguntó Edward.
En aquel momento comenzó a sonar a lo lejos el arpista que había contratado.
—Las parejas que están de luna de miel no tienen que hablar de nada —me puse de pie, y empuje la silla de madera hasta colocarla justo al lado de el—. Sólo sentir.
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¿For Business Or For Love?
Romance¿Qué pasaría si desde que entras a trabajar para un magnate multimillonario en la Empresa de mayor prestigio de Hoteles Stone y te enamores en secreto de tu jefe? Y no solo eso, tras la muerte su madre, tu Jefe te pida delante todos los empleados...