Capítulo 11

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Sao Paulo

Martes, 14 de agosto de 2007

Victoria

La última semana había resultado ser una de las mejores de toda mi vida. Río de Janeiro solo fue el principio de todo el amor que quería compartir con mi Julieta. Pero muy adentro mío sabía que no sería fácil desligarme de una vida ya hecha cuando regresara a Sao Paulo.

Le había pedido tiempo para renunciar a mi matrimonio. Si bien no amaba a Xavier, tampoco quería hacerle daño a la persona con la que he compartido diez años de casados. Aunque él había tratado de arreglar las cosas desde hace días, sabía que el matrimonio no estaba funcionando, pero confiaba en que lo arreglaríamos tarde o temprano.

Jamás se lo hubiera dicho por celular que ya no lo amo. Solo esperaba que terminaran las tres semanas de vacaciones de Daniela para regresar a Sao Paulo y conversar con el corazón en la mano para convencerlo de que lo nuestro nunca debió ser.

Dani aceptó quedarse todo el tiempo necesario en Sao Paulo para darme su apoyo. Ella sabía que se me venían momentos muy difíciles y que quizás todo el mundo estaría en nuestra contra, pero con su amor estaba segura de que podría superar todo.

Los días que pasamos en la selva amazónica fueron inolvidables, pero cuando estábamos por viajar a Salvador de Bahía para terminar con todo el tour, surgió un imprevisto para ambas. Su hermana había sido internada en la clínica porque su bebé se había adelantado y en cualquier momento nacería.

Ello hizo que regresáramos a Sao Paulo ese mismo día y mientras arreglaba los pasajes para viajar al día siguiente hacia Portugal, un miedo atroz se había apoderado de mi cuerpo: el reencontrarme con Xavier en casa.

Él ya había regresado hace unos días de su congreso en Europa. Pero yo aún no estaba preparada para enfrentarlo, los últimos días me los pasé de lo más feliz con Daniela y de la nada tenía volver a mi engañada vida de antes.

¿Podría renunciar a ese matrimonio? ¿Tengo el valor hacerlo sin Daniela a mi lado?

Daniela tenía ya bastante con el pronto nacimiento de su sobrino, por lo que preferí no molestarla ni agobiarla con mis pensamientos. Pero era inevitable que ello me afectara por completo. Antes de tomar el avión le dije a Xavier que el vuelo demoraría un tiempo incierto y que no me fuese a buscar al aeropuerto.

Una vez que llegamos a la ciudad en medio de un silencio sepulcral en el que solo intercambia unas monótonas palabras. Acompañé a Daniela hasta la habitación de su hotel y ahí fue cuando no lo soporté más al escuchar su pregunta:

- No sabes si te irás conmigo, ¿no? – Su voz apagada y la mirada baja, me hicieron sentir de lo peor.

- Te amo Daniela.

- Eso no es lo que te pregunté. – Una solitaria lágrima se desliza por su mejilla. – Tuvimos muchas conversaciones sobre este momento. ¿Que el tiempo se nos haya adelantado hizo que todo esto cambie o qué fue?

Un nudo invisible me ahorca y no puedo responder.

- Victoria, lo único que te puedo ofrecer es una vida llena de amor incondicional. Eres a la única persona que le he dado todos mis secretos y mis miedos. Esto que siento por ti nunca lo he experimentado por nadie más.

- Fue regresar a casa. – Susurro avergonzada de mí misma. – Tengo una vida hecha acá y creo que durante el viaje quise olvidarla.

Cierra los ojos con fuerza y su rostro se torna tiste.

Déjame ser tu JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora