Haciendo uso del Pensamiento 6

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[Haciendo uso del Pensamiento 6]

Entra y se presenta como: Kari Kimune. Cualquiera hubiera pensado que se cambiaria el nombre al presentarse en una situación así. La recepcionista le pide el documento y la deja pasar, luego de explicarle las reglas del lugar. Entra con Gutuo a una habitación algo grande, en lo más alto del edificio, y había solo una ventana que cubría toda la pared frente a la puerta. Gutuo le pregunta:

-Tu nombre... ¿Por qué no lo cambiaste? Aunque sea un poco.

- ¿Sabes quién dijo mi nombre cuando fui anotada aquí?

-Creo que fue Yun, el obispo ¿Verdad?

-Así es. Y... ¿Recuerdas eso de que le costaba la letra "I"?

-Sí.

-Fíjate si encuentras las anotaciones de Pelto...-Lo miraba a Gutuo de reojo, parada cerca de la ventana y con sus manos en los bolsillos.

Las encuentra, y lee en las últimas páginas. Decía: Kare Kemune. Yun tenía el problema de cambiar la "I" por la "E" en sus momentos de estrés. Luego, Kari agrega:

-Además la señora que lo anoto lo escribió mal. Puso "C" en vez de "K". Creo ni se dio cuenta, incluso después de verlo en el documento.

- ¿Ves? Cuando quieres sí que prestas atención.-Gutuo sonríe.

Se pone a ver la ciudad desde esa gran ventana. Extiende sus brazos hacia los extremos, y siente lo que era tener poder.

-No creí... Enserio no creí que buscando quitar mi nombre de la lista de buscados conseguiría esto.-Sonríe maliciosamente.

Mientras, del otro lado del mundo, estaba Pelto con el hermano del sumo pontífice. Este decía:

-Lo siento. Se hace falta una tarjeta HDO de 2K de MIG. Y aunque la consiguiéramos... Es imposible obtener su memoria. Además tardaría décadas en acabarse el proceso de clonación.

-Ya veo... Gracias por tu ayuda.

Pelto estaba muy decepcionado. Se va a sacar un boleto de avión. Ya iba a volver a su hogar. Kari se enteró de esto, entonces habló con el resto de los trabajadores del centro de control de herejes. Implemento la charla de Dios, que había escuchado de parte de Yun. Con esta charla lava cerebros, logró convencer a todos de que Pelto realizaba actos de herejía y magia negra. Todos se prepararon entonces, para sacar al hereje si quería entrar. Era de madrugada cuando Pelto llegó. La policía llega armada antes de que él entre a su casa. De entre las sombras sale Kari. Con la cara sudorosa apoyada sobre el no tan suave material de la puerta y con la fuerza ejercida en la mano del policía que lo atormentaba, intentó, en vano, ver quién desde las sombras y con pasos lentos venía para ejecutarlo con el arma en su mano. Hizo lo que nunca en la vida pensó que haría: Apoyar un arma cargada en la cabeza de un hombre.

- ¿Qué significa esto?

-Significa que serás asesinado...

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

-Por tus actos en contra de la voluntad de Dios.

- ¿Eh...?-No dice nada más. Sólo se escucha el sonido del balazo sobre su cabeza.

La sangre estaba cubriendo a Kari. Pelto estaba ya muerto, con la cabeza destrozada. Sin sentir ningún tipo de pena, dolor o sufrimiento, vuelve sola al hospital. Al otro día va de vuelta al centro de control de herejes, y realiza su estrategia final. Llama al sumo pontífice, y pide que le otorgue los privilegios de poder movilizar fuerzas armadas, para poder acabar con concentraciones de herejes masivas. Luego de escuchar una serie de razones convincentes, le da el sí. Luego llama a Jamina y le pregunta si sabia quien manejaba ese lugar en el que estaba. Sabía, y además lo conocía. Luego de esperar para poder pasarle el teléfono, el hombre dijo:

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