e l e v e n

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-Hayden, ¿podrías pasarme aquello?- dice Oliver y señala una caja de herramientas.

La tomo y se la paso con cuidado, mientras siento el pánico recorrerme cuando la escalera donde se encuentra se tambalea. La sostengo fuerte entre mis manos, y al mantenerla quieta, suspiro. Mamá entra al garage y sostiene una bandeja, con tazas sobre ella, en sus manos. La deja reposar en una pequeña silla y camina hasta nosotros para observar de cerca el trabajo de Ollie.

-¿Cómo vas?- sonríe mi madre.

-Excelente, ya casi termino.

Mi vista se fija en un tornillo que parece no estar ajustado lo suficiente sobre la tabla de madera, entonces frunzo mi ceño y ladeo mi cabeza- ¿No crees que está mal puesto?

Oliver observa el tornillo y niega- Está perfecto.

-No creo que lo esté- repito y ruedo los ojos ante la terquedad de mi hermano.

Lo quería pero sí algo odiaba de nosotros dos, era que podíamos ser muy tercos, lo cual nos hacía tener nuestras diferencias.

-Hayden, está perfect...- Oliver no pudo finalizar palabra, cuando la tabla se soltó, cayendo sobre él, y seguídamente sobre mí.

Mi madre nos observa alarmada, y comienza a gritar por ayuda, haciendo que inmediatamente al garage entren Amelia y Elijah. Ambos se acercan hasta nosotros para retirar el pedazo de madera de nuestros cuerpos y seguídamente ayudando a levantarnos.

-Te dije que estaba mal- gruño mientras sacudo mi ropa, y me doy media vuelta para entrar a la casa.

Sólo puedo escuchar mis suaves zapatos deportivos en el suelo pulído, y más atrás el sonido de unos tacones que me persiguen apresuradamente.

-Hayden- me llama mamá, y giro sobre mis talones, antes de subir los diesiseis escalones que me dirigían al segundo piso de la casa.

-¿Qué?- digo tratando de no sonar grosera, pero no lo logro.

-No es su culpa, a cualquiera le pasa.

-Le estaba diciendo que estaba mal, pero como él cree ser perfecto, no me creyó- ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

-Vale, pero no te molestes conmigo- murmura mamá poniendo una mueca, la cual me hace sonreír.

-Lo siento.

-No te precupes, y por cierto, quería decírte que el domingo debemos ir a comprar los vestidos.

-¿Los vestidos?

-Tu cumpleaños, la presentación, tu ceremonia de graduación, y tu baile- dice mientras los enúmera con sus dedos.

A medída que levanta cada dedo mis ojos se abren más, y la verdad quiero golpearme. ¿Cómo no recordaba todos los vestidos?, sólo recordaba el del baile, y la presentación. 

Mi vista se fija en el reloj de la pared y decido no escuchar otra palabra de mamá. Subo a mi habitación para arreglarme, había olvidado la cena con Corbyn.

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Bajo de mi auto caminando hasta la puerta de la casa de los Besson, pero ruedo los ojos al recordar que no he cerrado el auto y lo hago, para luego tocar el timbre. La puerta no tarda en abrirse, dejando ver a una chica morena y un poco robusta. Sonrío y paso para saludarla con un beso en la mejilla.

-Los señores y el joven Besson están en el salón esperándola- me susurra y agradezco con una sonrisa para caminar al lugar anteriormente nombrado.

Antes de entrar, doy un largo suspiro y termino de dar unos cortos pasos, para entrar al salón, encontrándome con los Besson.

-Buenas noches- sonrío y saludo a cada uno de los presente con un beso en la mejilla.

Me detengo delante de Corbyn, quien sonríe y me da un beso en los labios, y yo sonrío tiernamente.

-Que bueno que has llegado- susurra Ashley- mamá no para de hablar.

-No puede ser tan malo- río y ella rueda los ojos.

-¿Quieren cenar ya?- duda la señora Besson, a lo que todos asienten- Genial.

Todos se encaminan al comedor, pero antes de poder seguirlos, Corbyn coloca una mano en mi muñeca para impedirmelo. Mis ojos observan su mano, y luego suben a sus ojos.

-¿Qué ocurre?

El rubio sonríe de lado, lo cual me hace confundir- Estás hermosa.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro y niego, sintiendo el rubor en mis mejillas. No decimos otra palabra, y nos diponemos a caminar hasta el comedor, donde su familia nos esperaban ansiosos.

-Hayden, ¿qué estudiarás en la universidad?- cuestiona Jason, el hermano menor de Corbyn.

Mi vista queda fija en mi plato mientras por mi mente pasa el recuerdo de cuantas veces discutí eso conmigo misma. Pues, de niña quería ser veterinaria, pero vamos, eso es lo que todo niño quiere, ahora estaba en mi último año de secundaria. Era el momento de decidir, y para ser sincera, no estoy segura de que quiero.

Observo como todos me observan esperando una respuesta, entonces tomo una boconada de aire y sonrío- Diseño de interiores.

-Eso es asombroso, podrás diseñar la casa de mis sueños- ríe Ashley y todos sonríen.

-¿Ya tienes planeado ir a una universidad en específico?¿Ya aplicaste en alguna?

Asiento sonriente- Apliqué en la Universidad Internacional de Washington, espero que me acepten.

-Lo harán- susurra Corbyn, tomando mi mano por encima de la mesa.

Su mirada me parecía tierna, pero la forma en la que sonreía me parecía que ocultaba algo, y la verdad no tenía ni idea de qué podría ser.

True Love 《WDW》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora