RIMA XXVII

25 4 0
                                    

Dormía el alma en la espesura
de una ilusión,
y sin entender que el alma dormía
tu indiferencia le despertó;

posaban las queridas doncellas
al ser adoradas,
y sin saber qué de aquellas
doncellas
tu frío mirar les mataba;

ardía en el pecho de éste amor
la viva llama,
y sin saber cuánto flameaba
tu locura incrédula con agua le apagaba.

Rimas del Alma, Sonetos de Amor © #RPA18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora