8.Cada quien tiene su papel

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Habían pasado apenas solo diez minutos desde la explicación de mi primo, aún tenía varias dudas. Tales como: ¿Por qué Becher busca esto? ¿Que piensa ganar? O ¿Los rebeldes solo buscan terminar con Becher, o hay algo más?

Madeline y Rosmery tuvieron que irse, según me informaron para ponernos al corriente cada quien tenía que cumplir con sus horarios. El rubio que me sacó del cuarto de Theo se llama Luke, me lo contó hace un rato. Al parecer él tiene que darnos un recorrido por todo el sitio.

-Les pido que vayan detrás de mí y que no toquen nada a menos que yo lo autorice -pide a los novatos, no me muevo de mi lugar. Estoy junto a Taty y con eso me basta, sólo no quiero perderla de vista y que se pierda por una de sus locuras repentinas-. No los quiero incomodar, pero me gustaría que cada uno se coloquen estos aparatos en el pecho mientras continuamos; no sería la primera vez que alguno se separa y se pierde en este lugar. Así que utilizaremos esto para rastrearlos si desaparecen, pueden quitárselos en cuanto acabemos aquí. -nos regala una sonrisa mientras nos pasa pequeños aparatos a cada uno. No sé cómo ponermelo exactamente, pero con solo acercarlo a mi pecho se adhiere ahí. Alzo ambas cejas, pero no quiero opinar al respecto.

-¡¿Qué demonios?! ¡¿Desde cuándo hay aparatos magnéticos para los pechos?! -y esa es Taty, la cual no pudo aguantar su comentario-. Me siento estafada.

Luke ríe y se acerca a ella para explicarle, está justo delante de mi, así que también escucho lo que tiene por decir:

-No son imanes para pechos, se sienten atraídos al ritmo cardíaco y al acercarlo a tu pecho lo estás acercando al corazón. Cuando siente los latidos se adhiere a lo más cercano pero es fácil de quitar.

Taty frunce el ceño pero asiente con la cabeza, el rubio llamado Luke se coloca frente a todos en la sala.

-¡Eh, yo aún no tengo el rastreador! -exclama Hayden, es de las que están un poco más para atrás. Luke frunce el ceño, y al ver que aún queda un aparato sin uso sólo se lo lanza para que Hayden lo atrape.

Luke empieza a caminar, instintivamente todos lo seguimos. Primero nos muestra el área de comida, ya que según él era el sitio más importante de todo el lugar. Habían varias mesas por todo el sitio, parecía una cafetería de secundaria, pero tres veces más grande.

-Aunque me gustaría decir que está abierta las 24 horas, hay horarios, tenemos que cuidar los suministros -avisa-. Está abierto de 9:00 A.M. a 10:30 A.M. para el desayuno. Desde las 12:00 al medio día hasta las 2:00 P.M. para comer, la cena es desde las 8:00 a las 10:00 P.M., si no llegan en ese periodo de tiempo se quedan sin comer, así de simple. Es mejor que no falten a ningún horario, necesitamos personas saludables, no desnutridas.

El siguiente sitio que visitamos es El cuarto de tiro, como él lo había llamado. Al entrar escuchamos varios disparos, el chico pelinegro a mi lado de sobresalta y Taty observa todo con admiración, desde pequeña quiso una pistola en sus manos, claro que no me confío de que sea muy seguro otorgársela.

-¡Quítate de en medio, Wesley, a menos que quieras que te dispare en el cráneo! -escucho el grito, reconozco su voz: Madeline. La veo al instante, tiene una M16 colgada de su hombro mientras parece amenazar a un chico que está parado delante de un blanco con forma de hombre. El pelirrojo inmediatamente se aleja de ahí, Madeline aprovecha para apuntar y dispara tres veces. Trago saliva al ver que los tres disparos dieron justo en el pecho del señuelo.

-¡Perfecto, Wells, pero la próxima vez no amenaces al pobre Wesley! -grita Luke, Madeline nos observa y mientras a él le saca el dedo de en medio, a los demás nos sonríe en forma de saludo.

-¡Púdrete, Luke!

-Bueno, como ven aquí se preparan los tiradores. Sólo practican sus formas de tiro, así que lo que están viendo justo ahora es algo... Simple -se encoge de hombros-. Admito que me gusta más cuando salen afuera y le disparan a latas encima de las cabezas de sus propios compañeros, pero eso es otro tema.

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