Silver Words~Loki Fanfic

Capitulo 9

-¿Y que tal el día?- preguntó mi tío cogiendo una porción de pollo de la bandeja.
-Bien- dije encogiendome de hombros, incomoda ante la incesante mirada de Loki.
-Te noto muy callada prima, ¿seguro que no te pasa nada?- dijo preocupada Jane.
-Estoy bien- dije mirando a Odin, quien presidía la mesa. Este me miro y asintió.
-Tengo algo importante que anunciaros- empezó el antes nombrado, haciendo silencio en la sala- Lady Celeste se quedara con nosotros en Asgard.
-¿Te quedaras?- pregunto Thor.
-Así es- dije sonriendo.
-¿Y cual es la razón, Padre de Todo?- la chica que se llamaba Sif hablo, desconfiada.
-Siempre tan desconfiada, querida Sif- bromeo Thor. Rodé los ojos cuando la vi ruborizarse.
-Lady Sif, Lady Celeste se ha ofrecido para cuidar de Loki- dijo Odin. Me atrangante con el agua que estaba tomando, y mire a Loki, quien le miraba sarcástico.
-Así es, Odin disfruta poniendo midgardianas como niñeras para su hijo monstruo, ¿verdad padre?- aunque oírle me encogió el corazón, el seguía impasivo, y eso me hizo dar cuenta de la gran coraza que llevaba puesta.
-Loki, basta- le dije en un susurro, temiendo por la reacción de Odin, quien se veía afectado.
-Lo que usted mande mortal- dijo riendo- disfrutare de verte caer lentamente y rogar a Odin por volver a tu asqueroso mundo- dijo amenazante, dejandome con mal sabor de boca y escasas ganas de comer.
-Eres un gilipolllas- dije con descaro, sorprendiendo a mi familia- con permiso- me levante rápida y me fui del salón. Camine furiosa sin rumbo hasta llegar al patio donde habría de ir al alba. Solo volver a pensar en Loki me hizo enfurecer y tirar una maceta, rompiéndola por la mitad. ¿Por que había actuado de esa forma cuando yo solamente intentaba salvarle de un duro castigo? ¿Tenia yo la culpa de que tuviera que lidiar conmigo? ¡Obvio no! ¡Odin fue quien lo dijo!
Me tire en el césped tras un bufido de resignación y me entretuve en mirar las estrellas. Cerré mis ojos intentando imaginar el cielo estrellado de la Tierra y comparándolo con el de aquí. Sin duda, este era cien veces mas hermoso. Una suave ráfaga de frío hizo estremecerme.
-Mañana no despertaras al alba si sigues aquí- la voz áspera de Loki hizo estremecerme nuevamente y cambiar mi semblante a uno tenso. Abrí mis ojos y pude ver su capa verde ondear con la suave brisa. Volví a cerrar los ojos y espere a que se marchara, pero no se oía ningún indicio de que lo hubiera hecho.
-Como veras y comprobaras, no es de mi agrado tu compañía y llegue antes, así que, si no te importa, pierdete- soné realemente dura.
-Este es mi mundo, así que yo llegue antes, de hecho- oí como se sentaba, entonces me incorpore y levante rápidamente y me fui de allí sin mediar palabra. Estaba tan molesta que no me pare a oír el profundo suspiro que echo tras mi ausencia.
Llegue a mi habitación y, tras lograr quitarme la enrrevesada vestimenta asgardiana y ponerme un suave camisón, me eche a dormir lo que restaba hasta el alba.
Desperté y mire hacia el cielo, temía un ligero color lila, señala de que el alba se acercaba. Esas eran unas de mis grandes cualidades, era capaz de despertar a la hora que quisiera, mi cabeza era como un despertador.
Después de arreglarme en el baño deprisa, me fije que en la silla había una ropa con ciertas partes de armadura, muy parecida a la de Sif, pero la cual parecía mas ligera. Supongo la escogería Susan, dado que esta perfectamente amoldada a mis gustos. El metal que lleva, el cual es escaso y por eso no debe pesar tanto, es dorado en vez de plateado. Ademas, la ropa de debajo esta detalladamente escogida de un color azul aguamarina.
Me enfunde en el traje y termine de atarme las botas. Recogí mi pelo en una trenza y salí de allí corriendo, pues no quería llegar tarde y el cielo ya estaba rosáceo. Tras unos cansados minutos, en los que me encontré a gente del servicio mirándome raro, llegue al jardín para encontrarme el cielo anaranjado. Había llegado justo a tiempo, como siempre.
-El dorado te queda mucho mejor que el color de mi hermano- una voz amarga se oyó a mis espaldas, me volví con cierta molestia marcada- aunque estarías completa si llevases mi color, debo decir que estas presentable.
-No sabia que veníamos a que me lanzases piropos, príncipe Loki- dije adentrándome en el gran lugar.
-Intentaba ser amable, mi Lady.
-Guardate las modestias, no las necesitas- rodé los ojos- vamos, me refiero, no ahora que has intentado matarme y menos cuando me has deseado lo peor solo por querer ayudarte- dije girandome con una sonrisa irónica.
-Respecto a eso... Siento... Mi comportamiento- aunque quería creerle, no podía.
-Hagamos como si fuera cierto y empecemos- lo como suspiro derrotado y materializó un par de armas.
-Como desees, lengua de plata- dijo cogiendo una lanza dorada y acercándome una espada dorada con el pie. Cuando me levante con empuñadura en mano, pude ver su sonrisa y me pregunte por que habría accedido a esto.