Maquiavelo siempre fue el poderoso.
El más poderoso de todos.
Desde que descubrió sus poderes, siguió lo que podría llamarse "el camino del mal". Conquistó pueblos, creo y derrotó varios monstruos...
Pero ahora era un empresario, o algo así.
Maquiavelo era una sombra. Aparentaba siempre traer traje y solo se podían ver sus ojos blancos brillantes. A diferencia de su apariencia anterior.
Aprendió por las malas que seguir el camino del mal no siempre daba buenos resultados, y si los daba, solo duraban un poco. Los buenos siempre ganaban.
Pero el cambiaría las cosas.
No planeaba cometer los mismos errores que cometían los otros.
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Maquiavelo estaba sentado en su oficina, esperando, alguien vendría pronto, y terminarían un trato.
Tras esperar 10 minutos, cómo decia su reloj. Luego, una mujer alta y delgada entro en la habitación.
-hola, se tardo un poco, tome asiento- Maquiavelo recibo a la mujer- respecto al trato que hicimos... Localize a los supervivientes de la catástrofe del meteorito. Todo irá bien.-
-bien, entonces, dijo que quería unos de mis autoconstructores, cierto? Quedamos en que me daría algo a cambio.- Aria era similar a Maquiavelo, con inicios similares a los suyos, pero sin poderes. Ella si tenía rostro- quiero que me traiga al científico, según nuestro espía, no trabajara solo. Tengo razón?-
-efectivamente, Aria. Conoció y entrenó a aquella chica. No se ve tan capaz, no será problema- luego recordó a aquellos que se confiaban. No. La investigarían- pensándolo mejor, si, revisaré que puede hacer-
Todo bien. Esa chica podría llegar a ser un problema. Revisaré.
Sabía que si esperaba demasiado, los supervivientes podrían descubrir su plan y atacarlo antes. Pero no podía atacar, no tenía los recursos suficientes para eso
La tarde la pasó platicando y organizando con Aria. Cuando se fue, se dispuso a investigar los datos que tenía. En eso, se escucharon unos golpes. La batalla cesó. Se encendió una alarma. También se detuvo. Miró a la puerta de su despacho y se veían unas sombras, Estaban peleando. Maquiavelo supuso que sería un ataque, así que preparó una esfera de energía en su mano.
Y esperó.
La puerta fue derribada inesperadamente. una mano se asomó y arrojó un objeto piramidal, el cual se abrió y emitió luz. Parpadeaba como si fuera a explotar. Maquiavelo se preparó para la explocion.
Pero no pasó nada.
Una voz lo sorprendió, venía de atrás de el.
-bien, cómo van tus planes, ya destruiste la ciudad. Así que...- hablo la voz. El, Maquiavelo no sabía su nombre, el sujeto empezó a seguirlo desde que fundó su empresa. Era letal. Demasiado. Pero solo atacaba el lugar hasta llegar a él, y luego?
Nada. El sujeto desaparecía sin dejar nada más que un mensaje.
-bueno... Debería decirte que debes mejorar tu seguridad, fueron fáciles de noquear- continuo el sujeto.
-tu puedes matar lo que sea que ponga en tu camino hacia mi- siguió Maquiavelo- recuerdas que puse ochentaidos torretas automáticas para detenerte? Las mataste todas, así que no tienes derecho a decir eso...- Maquiavelo se detuvo un momento- recuerdas que te ofrecí un empleo? La oferta sigue en pie-
-tu sabes que no quiero. Buena suerte. Tu imperio podria estar comprometido-
Sin más ni más, justo cuando Maquiavelo se dio la vuelta para contemplar lo que queda de su puerta, desapareció.
Ese sujeto le daba escalofríos.
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LYFE
General Fiction"El trajo el meteorito, es demasiado poderoso, y quiere más. Quien más puedo ser? Tendré que detenerlo, de alguna manera..." (Pensamientos de Vanessa tras el encuentro con Maquiavelo) Vanessa Vantablack, era joven estudiante de la ciudad Oczkille...