Capítulo IV

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— ¡Por los Dioses! ¿Quieres hacer el favor de quedarte quieto? — Gritó Ayleen sobresaltándolo.

Chase miró a su hermana y se dio cuenta que estaba en medio del salón.

¿Cuándo se había levantado de la mesa?

—Lo siento— Volvió a sentarse pero sus pies siguieron moviéndose, creando una mala melodía con el suelo.

Ayleen sonrió.

— ¿Qué te preocupa tanto? Solo es la fiesta de compromiso.

Chase suspiro.

— Te lo dije, en un arrebato dije una tontería e invite a Loick, ahora no sé qué hacer si el bastardo va a la fiesta.

— Y yo te dije por ese motivo la ceremonia será aquí y ahora estarán mis guardias, la seguridad aumentará, si intenta hacer algo lo detendremos... de todas formas no sabía que ese sujeto estuviera detrás de Janick.

— ¿Por qué crees que me comp... — Cerró la boca a tiempo y se tragó la pregunta «...Comprometí con el mimoso?»

— ¿Comp, qué?— Preguntó su hermana.

— ¿Por qué....crees que estoy tan nervioso?

— No era eso lo que ibas a decir.

— Iba a decir "complicado" pero creí que nervioso era más adecuado — Mintió y retuvo el aire, su hermana lo miró unos segundos y luego suspiró.

— Si, nunca has sido bueno con las palabras.

— ¡Hey! No necesito esos ánimos.

— No te estaba animando.

— Joder, gracias, entonces.

— Solo cálmate, todo estará bien, y después de anunciar la boda pueden actuar tan acaramelados como quieran.

«Eso» era lo otro que le preocupaba, actuar con su familia era una cosa, actuar para todos era distinto.

Miró a su alrededor para distraerse, los sirvientes arreglaban los últimos detalles.

La ceremonia de compromiso sería en el reino de Arysta, a solo pocos kilómetro del reino de Krusma. La cercanía era por el comercio, pero había facilitado muchos las cosas entre sus frecuentes visitas de un reino al otro, Chase recién se dio cuenta que esas visitas siempre era de él a Krusma para visitar a Corey -y molestar a Janick de paso- esa idea dio vueltas en su cabeza unos minutos, hasta que la voz de Mathis lo interrumpió.

— ¿Qué es este aire tan tenso?— Dio un casto beso a Ayleen y se sentó cerca de ellos.

—Chase está nervioso— Dijo Ayleen con una sonrisa—, y no sé si esto es tierno o solo divertido.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso, estaba con mil problemas en su mente, el miedo a que Loick hiciera algo -sobre todo a Janick- , con un matrimonio que nunca planeó pisándole los talones, sentimientos que no comprendía confundiendo su mente y ahora, su hermana se reía de él.

Se levantó enfadado.

— Bien, ríete, al fin y al cabo siempre soy un chiste para ti— Salió enfadado del salón y fue al balcón.

No había querido decir eso, pero no pudo evitarlo, odiaba como su hermana veía todo de un lado divertido y chistoso, era buena en el trono, igual que Mathis, pero siempre que algo le preocupaba aligeraban el ambiente riéndose de él.

Se quedó mirando el paisaje intentando calmarse, la ceremonia cambiaría su vida, lo sabía. Era solo para ayudar a su amigo, solo para frustrar los planes de Loick, solo para salvar al mimoso, pero sentía que nada sería lo mismo después de esta ceremonia, para bien o para mal este trato iba a cambiar su vida y no podía evitar estar inquieto por eso, odiaba los cambios.

Mi amado y odioso esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora