Al ver cómo aquellos dos ninjas escapaban con una expresión de temor pensó que al menos serían un poco inteligentes y no regresarían, dándole la oportunidad de finalmente cruzar el territorio hacia su verdadero destino. Y por un momento realmente creyó que sería así, pero todo se podía esperar de aquel renegado de alto rango sin importar cuáles fueran sus planes.
Sin darle la oportunidad de ir por el cadáver del desafortunado, cuatro ninjas más llegaron a la zona, dos de ellos eran los mismos que la habían atacado con jutsus katon y los otros dos no los había visto jamás. Los mismos que regresaron no querían estar ahí no obstante muchas opciones no les habían dejado, mientras que los últimos dos nuevos tenían las mismas expresiones de confianza que alguna vez mostraron los compañeros del reciente fallecido.
Los cuatro se posicionaron en una línea en forma de arco delante de Karin completamente listos para sincronizar sus ataques, mientras que Karin se resignaba a la posibilidad de no salir del territorio sin antes haber acabado con ellos. Soltó un suspiro de resignación y sacó su guadaña del cinturón de su espalda colocándose en posición de defensa sin saber cómo saldría de esa, con media visión y sin la ayuda de nadie.
Los cuatro activaron la marca maldita que se les había otorgado para potenciar sus habilidades, al mismo tiempo que los dos ninjas anteriores utilizaban una técnica similar al Benijigumo; sin embargo, en esta ocasión, en lugar de generar a una araña como trampa, los otros dos ninjas utilizaron su elemento fūton para el jutsu Kamikaze. Tres tornados de dos metros de alto fueron despedidos de las bocas de aquellos dos ninjas y entre los cuatro direccionaron sus ataques a Karin para lastimarla lo suficiente como para capturarla y entregarla a su señor.
La situación se tornó complicada para Karin, quien no tenía su visión completa como para escapar de aquellos cuatro renegados sin resultar completamente ilesa. Es cierto que a los ojos de los demás sus habilidades y poder eran inmensos y dignos de temer por sus capacidades sin limite alguno, no obstante Karin quería romper aquellas leyendas que las aldeas y su propio maestro se habían encargado de crear y esparcir para manchar su inocente nombre, ella no quería lastimarlos, ella no quería pelear, solo quería hacer que todos la olvidaran y empezar desde cero alejada de todo tipo de vida para no volver a causar el daño que causo.
Pero eso a nadie le importaba, nadie iba a hacérselo fácil.
Aun con la clara desventaja de su visión y el número de contrincantes, Karin se las arreglo para derrotarlos uno por uno tras salir de aquella trampa de elementos. Le costó varias heridas que requerían cuidados básicos, pero finalmente logro deshacerse de los cuatro experimentos del renegado que gobernaba aquellas tierras. Cuatro cuerpos más cayeron en aquella planicie manchando la conciencia y las manos de Karin de rojo nuevamente.
—No fue tu culpa, no tenías opción... no fue tu culpa, no tenías opción... —susurro con la mirada en el suelo.
Mientras seguía repitiéndose aquello para calmar la culpa, reunía todos los cuerpos bajo un árbol para poder enterrarlos, ya que no quería dejarlos regados por la zona, al menos quería darles un final digno bajo tierra. Una vez termino el trabajo, decidió disculparse con ellos colocando una flor en cada una de las tumbas e inclinarse levemente. Cuando termino con cada uno decidió por fin marcharse al saber que no aparecerían más ninjas; sin embargo, al dar unos cuantos pasos escucho como algo se movía detrás de ella, tal vez su visión no era la mejor de todas, pero sus otros sentidos estaban agudizados. Se giró con una mano en su guadaña lista para alejar al siguiente experimento, aunque quedo totalmente extrañada al tener a una niña frente a ella, la niña parecía completamente asustada cuando sus ojos se encontraron y parecía querer salir corriendo de ahí, no obstante se quedó. Quito la mano de su arma mientras la niña miraba en todas direcciones con temor, Karin pensó que solamente había estado en el lugar equivocado y había presenciado sus horribles actos, así que solo se inclinó en forma de disculpa, pues no podía hacer otra cosa con ella y decidió retomar su camino dejándola a su suerte.
Nuevamente no logro avanzar mucho cuando sintió como una mano se aferraba a su ropa con fuerza, miro sobre su hombro y vio a la niña que miraba el suelo, intentó dar un paso para que dejara de agarrarse, pero ella no parecía querer soltarla.
—Por favor no te vayas, déjame ir contigo, no quiero regresar con él —dijo con un tono débil— Quiero regresar con mi familia
Sin saber como reaccionar al nunca haber vivido por una situación similar, simplemente se giró completamente pidiéndole a la niña que levantara la mirada.
—Estarás más segura aquí que acompañándome, no soy alguien a quien le puedas confiar tu vida niña
negó con la cabeza— Sé quien eres, Orochimaru nos habló de ti antes de enviarnos, acabo de ver como asesinaste a mis compañeros sin piedad, pero también vi como los enterrabas y te disculpabas con ellos y eso no te hace mala persona porque lo hiciste en defensa propia. Por favor déjame ir contigo, solo quiero regresar a casa y disculparme con mi mamá por lo que paso
Karin suspiro sin saber qué hacer, dejar a la niña en manos del renegado definitivamente no era una buena opción para la niña, pero dejarla ir con ella tampoco sería seguro, sobre todo por el pasado que cargaba en sus hombros y del que intentaba deshacerse por completo. Pensó dejarla acompañarla y dejarla en su hogar inmediatamente y tras ese pensamiento espero que Eruna se opusiera a la idea y comenzara a torturarla para que cumpliera con sus órdenes, sin embargo, nunca se presentó el dolor y eso la confundió pues eso nunca había pasado. Eruna nunca había aceptado ninguna buena acción que pensara hacer y el que la dejara hacerlo por primera vez sin dolor físico, de por medio la hacía sentir extraña.
La niña miró que Karin hacia un gesto extraño, como si esperara sentir un dolor horrible y recordara cosas inconscientemente, extrañada por aquella situación espero pacientemente a que ella tomara una decisión y esperaba que la dejara acompañarla pues nunca tendría una oportunidad como aquella. Tras unos segundos que se sintieron eternos, Karin dejo escapar un suspiro de alivio y dirigió su mirada nuevamente a la niña.
—Cuando lleguemos a tu destino espero que te olvides de mí
Avanzo esperando que la niña la siguiera y así lo hizo, ella estaba tan feliz de poder salir de aquel tormento después de tantos años y aquella felicidad no se la quitaría nadie porque porfin podía regresar a casa y disculparse con su progenitora por el daño y las desgracias que había traído a su familia. Ambas avanzaron por el territorio con rapidez y finalmente lograron dejarlo atrás sin dirigirse la palabra.
—Gracias por ayudarme —hablo una vez salieron de Otogakure— me llamo Takara ¿y tú?
el silencio perduró unos segundos más hasta que decidió responderle— Karin, solo Karin
Takara sonrió feliz de obtener una respuesta — Gracias Karin
Tras esas palabras continuaron su camino bajo un silencio ahora no tan distante, sin saber lo que realmente les esperaba al tomar aquella decisión de unir sus destinos.
La neta si me pase JAJA, pero no me juzguen, casi me quedo calva por los proyectos y la neta con el final si me voy a quedar calva js, y eso que apenas voy a la mitad de mi carrera.
Estado: achicopalada
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ashes with blood. ⧽ 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮.
FanfictionKarin nació con un el don de su madre y desde entonces su libertad fue negada. Permaneció varios años rodeada de personas que solamente querían utilizarla y dañarla, solamente era una de las armas de su aldea, no tenía sentimientos, no tenía pensami...