ashes with blood. ⧽ 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮.

Kabuto

Tras acabar con el último ninja, se esforzó por poder regresar a la normalidad y esconder aquello que la hacía tan especial. Se colocó de nuevo la venda y se quedó mirando al cielo unos segundos, regulando su respiración y aquellos pensamientos que la atormentaba.

Eran obvias las intenciones de Orochimaru, pues solamente pensaba en el poder que le otorgarían ambos cuerpos en su poder, llegando casi a ser inmortal gracias a lo que habitaba en sus interiores. Y por aquella misma razón sabia que jamás se detendría hasta lograr su objetivo, sin importar cuantas vidas sacrificará en el proceso, era tan obsesivo que nada lo detenía.

Una vez la situación estuvo tranquila, decidió continuar su camino, completamente ignorante a lo que estaba sucediendo detrás de ella.

Eruna detectó su presencia, sin embargo, decidió guardar silencio, ya que no le importaba la vida de los demás contenedores, pues no le afectaban al suyo. Karin continuó su camino sin ninguna advertencia y dos días después, los mismos ninjas que la habían estado siguiendo volvieron a aparecer. Esta vez, solo tres de ellos se presentaron para enfrentarla, ya que el cuarto ninja había observado desde la distancia para asegurarse de que Takara no estuviera con Karin. Al confirmar su ausencia, se fue a informar a Orochimaru, cumpliendo así su cometido y siendo perdonado por el Sannin.

Mientras tanto, del otro lado de aquella guarida, Orochimaru, al recibir dicha información, decidió enviar a Kabuto directamente a Sunagakure, el lugar donde había encontrado a Takara por primera vez y de donde volvería a recuperar aquella arma tan poderosa que antes poseía.

Kabuto se infiltró en la aldea mientras Karin regresaba a Suna, inconsciente de lo que sucedía sus espaldas. Eruna, de manera tardía y desinteresada, finalmente habló sobre el ninja que había escapado de su destino, pero ya era demasiado tarde.

Cuando Karin llegó a Sunagakure furiosa por aquella noticia, se encontró con la triste escena del cuerpo sin vida de Benko en el suelo, sin rastros de Takara. Aquella mujer que la había cuidado como nadie lo había hecho en años, se encontraba tendida en el suelo por culpa suya, los pensamientos de culpa invadieron su mente y por primera vez una escena de muerte la paralizo.

Los hermanos Sabaku No, a cargo de la aldea debido a la falta de un Kazekage, llegaron a la casa tras la repentina aparición de Karin de nuevo en la aldea. Al entrar en la vivienda los hermanos mayores inmediatamente pensaron que Karin era la responsable del asesinato de Benko debido a su extenso historial de asesinatos, Temari y Kankuro sin miramientos señalaron a Karin cargándole sin preguntas todo tipo de culpa. Al ver que Karin ni siquiera reaccionaba a la intromisión, Gaara actuó rápidamente colocándose entre sus hermanos y aquella chica para defenderla.

—¿Qué creen que están haciendo? No pueden señalar a alguien sin pruebas.

—Y tú no puedes defenderla sin pruebas, ¿Por qué lo haces? ¡ella es una asesina! —acusó con enojo Temari, totalmente decidida de quién era la culpable.

—Karin no es la asesina de Benko, es la madre de Takara y ella es muy importante para ella, ambas lo son —replicó Gaara con molestia ante la acusación sin fundamentos.

La discusión entre los tres hermanos continuo a espaldas de Karin, quien seguía en una lucha interna por no haber sido advertida de aquel escape a sus espaldas, la culpa y el enojo se entremezclaban. Se odiaba a sí misma por todo lo que sucedía, todo a su alrededor se moría, todo cumplía el mismo destino.

Estaba maldita, y lo estaría hasta el último de sus días.

Aun con la discusión a sus espaldas, Karin no permitió que nadie diera ningún paso, la culpa, el odio y el dolor que le provocaba el ser que habitaba en su interior debido a la presencia del Shukaku no ayudaban a que todo se sintiera mejor. Se cubrió el ojo derecho con sus manos, inclinándose un poco por el dolor y bajo la mirada de todos tomó el cuerpo en sus brazos, evitando que sus manos tocaran más de lo necesario con los gritos de enfurecidos de ambos hermanos mayores y salió al patio trasero de la casa para enterrar el lamentable deceso de aquella infortunada madre.