Mi Querido Tom 🐾

Galia.

Pasaban los días, Tom cada vez se encontraba más atormentado, preocupado y ¿Feliz? O acaso era una sonrisa nerviosa? ... no importa, su tormento era grande pero su concentración era su mayor fortaleza, su lugar preferido siempre sería la biblioteca, esa gran sala llena de libros iluminada por pequeñas lámparas que proporcionaban la luz perfecta para leer un buen libro y perderse del mundo real entre tanta magia que se relataba en ellos, Tom entró a la biblioteca dispuesto a perderse en una lectura como era tan común en él, invocó un libro de pasta Grusa, alto, oscuro con detalles color plata, se sentó en un sillón muy cómodo de cuero negro, pero esta vez lo distrajo el azotar de la puerta de la biblioteca, ese azotar que rompió el silencio que se encontraba ahí y la concentración que mantenía Tom, él sólo le dedico una mirada fastidiosa al intruso, al encontrarse con un par de ojos Verdes esmeralda repletos de furia, que tomo un libro casi arebatandolo de la estantería, se sentó frente a un escritorio elegante de caoba y guardo las emociones que irradiaba en su interior, a Tom le llamo mucho la atención de esa joven Slytherin, la observo por unos segundos sin que está se diera cuenta, luego volvió a su interesante lectura.

Las horas pasaron y tenían que retirarse a sus respectivas habitaciones como era de costumbre, Tom quiso llevar consigo un par de libros para leer en su habitación o como él le llamaba "Lectura ligera".

Se acercó a una elegante estantería, visualizo un título interesante, lo invocó y guardo entre su uniforme, se dirigió distraidamente hacía la puerta, mientras la joven torpemente se tropezó con unas piezas metálicas que sobresalían de el suelo haciendo que está casi callera si no fuese por que Tom reaccionó velozmente y la sujeto, cruzaron de nuevos sus miradas, en eso el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras apareció frente a ellos:

-Jovenes, estas no son horas para coquetear, ¡¡A sus habitaciones!!-

Ambos se dirigieron hacia las mazmorras sin decir ni una palabra, llegaron a su sala común, Tom colocó su mano sobre un mueble tipo escritorio muy elegante mientras Nagini se deslizaba por su brazo colocándose en el mueble, la joven lo miro con interés:

-Es muy  pequeña-

-Si, apenas tiene dos semanas-

La joven se quedó observando los movimientos delicados de Nagini, hasta que Tom la voltio a ver y observo el gran interés que la joven mantenía en su serpiente.

-Puedo saber tú nombre?-

- No lo sabes? Llevamos casi 2 años de compañeros-

- Lo siento, no soy muy sociable, supongo que ya te habrás dado cuenta-

-Si, Soy  Galia-

-Hola Galia Yo soy...-

- Tom- dijo esbozado una sonrisa.

-Asi es, Tom Riddle- Sonrio y tomo la mano de Galia, con la otra mano hizo que Nagini subiera por su brazo, jalo a Galia y se despidió de ella frente a las escaleras que la llevaban hacia su dormitorio, dijo buenas noches y el se dirigió a su habitación, tomo un libro, su varita con un lumos y leyó aunque su mente divagaba, y no era de sorprenderse pues cada día algo le sucedía, y pronto habría exámenes, aunque no le preocupaban demasiado.